En la jornada del lunes vimos caídas de más de 10 puntos porcentuales en la cotización de Banco Popular después de que una auditoria interna detectase incorrecciones en el estado financiero de la entidad. Hasta en mercados que están funcionando bien como es el caso del mercado español, hay “ovejas negras” (son una minoría como vimos en este artículo de la semana pasada, pero las hay) y debemos mantenernos alejados de ellas si no queremos salir escaldados.

Un inversor inexperto suele dejarse llevar por las emociones y verse incentivado a valorar la compra de un valor tras ver fuertes caídas pensando que está “barato”. Este es un error común que no debemos de cometer. Antes de lanzarnos a cualquier operación hay que coger perspectiva y revisar los gráficos para ver qué nos dicen más allá del “ruido” del día a día.

Este es el gráfico de Banco Popular.

Estamos ante un valor que ha hecho perder a sus accionistas más de un 80% en menos de dos años. Es lo que tienen los valores débiles y bajistas, tienden a depreciarse a un ritmo superior que la media y esto causa auténticos socavones en las carteras de los inversores que se empeñan en mantener activos mediocres en cartera.

El dinero en los mercados se hace con los activos que se aprecian, no los que se deprecian. Esta regla tan básica y lógica es olvidada por miles de inversores que no son capaces de reconocer que valores de este tipo lo único que traen son pérdidas y quebraderos de cabeza. Se aferran a la “esperanza” de que algún día suban, pero en los mercados no se vive de esperanza, sino de realidades y la realidad es que, en el medio plazo, Banco Popular es un valor que debemos evitar puesto que más allá de rebotes puntuales de corto plazo, en el medio plazo tiende a depreciarse.

Si invertimos en activos con comportamientos mediocres, nuestros resultados tenderán a ser mediocres.

Gráfico: esBolsa.com

Recuerda que toda mi metodología de inversión viene explicada en detalle en mi libro “El código de Wall Street”.