Los viernes y durante la última jornada hábil de los mercados me gusta compartir con vosotros estudios más “distendidos” y curiosos sobre las bolsas de valores.

En la madrugada de ayer jueves, los ciudadanos chinos celebraron una gran fiesta para festejar la llegada del año de la oveja (o de la cabra dependiendo de la ubicación). Aunque el año nuevo chino no es una fiesta importante para la gran parte de Europa y América del Norte, sin duda lo es para nuestros lectores y amigos de negocios en China, Hong Kong y en el resto de Asia, así como en las comunidades chinas residentes en otras partes del mundo. Las celebraciones duran hasta un mes en China y afectan a todos los aspectos de la vida allí.

No podemos negar la influencia que la economía de China tiene en el mundo, y es por ello que en la jornada de hoy viernes veremos un estudio de como el “Año de las ovejas” ha afectado positivamente a las bolsas de valores en el transcurso de la historia.

La tabla anterior muestra el rendimiento anual del Dow Jones teniendo en cuenta el calendario chino del zodiaco. No obstante, para una mejor referencia, las rentabilidades anuales se basan en el calendario gregoriano.

Como se observa el año de la oveja arroja unos promedios positivos para el Dow Jones en el último siglo. El rendimiento promedio del Dow Jones está algo lastrado por las grandes pérdidas de los años 1907 y 1931 que han llevado el promedio de rendimiento hasta el +4,41%, pero no ha habido una  año “oveja” bajista desde 1931, siendo los seis años “oveja” posteriores grandes ganadores acumulado una ganancia promedio del 16,6% en las últimas 6 ocasiones.

El porcentaje de veces que el Dow Jones ha terminado en positivo el año de la oveja es del 77,8%, solo superado por el año del conejo (80% de positivos) y el año del cerdo que arroja los mejores resultados de la serie de años alcistas con un 88,9% de positivos y un rendimiento promedio superior a los 13 puntos porcentuales.

Por su parte, históricamente el peor año de la serie es el año chino del caballo, siendo el único que arroja promedios negativos (-0,92%) cerrando la mayoría de los años en negativo (6 años negativos frente a tan sólo 3 positivos). Por suerte, el próximo año del caballo no llegará hasta 2026.

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