Muchos de los movimientos en los flujos monetarios que ahora mismo estamos viendo en las bolsas de valores (como resultado del aumento del rendimiento de los bonos) son similares a los movimientos que vivimos la pasada primavera. Dentro de las bolsas de valores de EE.UU. estamos viendo una clara salida de dinero de los valores sensibles al rendimiento de los bonos (los valores que pagan mayores dividendos), tal y como vimos el lunes (pulsa aquí para leer). Otro efecto secundario del aumento del rendimiento de los bonos es la debilidad en los mercados emergentes.
El siguiente gráfico muestra una correlación inversa entre el ETF de mercados emergentes EEM (barras rojas) y el Rendimiento de bono americano a 10 años (barras verdes) desde mayo. El área roja que se aprecia en la zona inferior de gráfico muestra la relación de fuerza relativa del ETF EEM dividido por el S & P 500.
El fuerte repunte de la rentabilidad de los bonos durante mayo provocó fuertes ventas en los mercados emergentes, tanto en términos absolutos como relativos. Un retroceso en los rendimientos de los bonos ayudó a impulsar los mercados emergentes durante septiembre y octubre. No obstante, en el último par de semanas, el aumento de los rendimientos de los bonos estadounidenses está haciendo sufrir una vez más a los mercados emergentes.
La razón que está detrás de este flujo monetario es que los rendimientos de los bonos gubernamentales cada vez más elevados disminuyen el atractivo del alto rendimiento de los mercados emergentes, ya que estos mercados siempre son considerados de mayor riesgo que los bonos gubernamentales.