En el inicio de esta semana sin ningún genero de dudas uno de los aspectos más destacados dentro de los mercados financieros mundiales fue el ataque con drones a unas instalaciones de Arabia Saudí que sacó de forma repentina del mercado del petróleo unos 5,7 millones de barriles diarios.
Nunca antes en la historia se había sufrido un recorte de cantidades similares. Para hacernos una idea, es una cifra superior al impacto causado por la revolución en Irán a finales de los setenta y más del doble de lo que supuso la guerra de los Seis Días en Oriente Medio.
Teniendo en cuenta estas circunstancias, no es de sorprender que los precios energéticos se dispararan por encima de los diez puntos porcentuales en la jornada del lunes, un movimiento que como es lógico llamó mucho la atención de operadores y medios de comunicación especializados impactados por la violencia del movimiento.
Sin ir más lejos, este pasado lunes en Capital Radio me preguntaron por ello (pulsa aquí para escuchar el audio) y aproveché la ocasión para recordar la importancia de coger siempre perspectiva a la hora de analizar el mercado indistintamente de lo llamativo que resulte el movimiento analizado.
Esto es lo que haremos hoy, un repaso con perspectiva de medio plazo a las materias primas energéticas en conjunto utilizando el ETF Invesco DB Energy Fund (DBE) que engloba a todos los productos energéticos de la siguiente forma.
Al observar el gráfico de las materias primas energéticas me llaman la atención varias cosas.
A pesar del rebote de esta semana, los precios energéticos están en los mismos niveles en los que se encontraban hace apenas 2 meses. Lejos de tener una tendencia alcista, los precios energéticos se encuentran en un rango lateral que no beneficia a compradores ni a vendedores.
Muchas veces los inversores cometen el error de estar continuamente buscando puntos de inflexión en diferentes activos y hay que recordar que el dinero en los mercados a largo plazo no se consigue buscando puntos de inflexión a corto plazo ni movimientos repentinos e impredecibles, sino estando posicionados en los activos cuya trayectoria es sostenida y resulta favorable para nuestros intereses.
Si no hay tendencia no hay dinero y si analizamos a las materias primas energéticas con la suficiente perspectiva como para no dejarnos llevar por el ruido diario, observamos como no tienen establecido ningún rumbo claro al que se le pueda sacar partido.
En este sentido, por ejemplo, los metales preciosos (en el que estamos posicionados desde hace meses a través del oro) muestran un mejor aspecto, ya que su trayectoria es alcista (tienden a apreciarse) y por tanto debemos mantenerlos mientras se mantengan en un rumbo favorable a nuestros intereses.
La conclusión de lo que trato transmitir es que para sacar dinero de los mercados no debemos dejarnos llevar por movimientos repentinos e impredecibles por llamativos que estos sean, sino ver cuál es la tendencia principal y si resulta favorable para nuestros intereses a la hora de invertir. Mientras que las materias primas energéticas no sean capaces de consolidar una trayectoria sostenida a medio plazo, en mi estrategia no es un activo que considere interesante para las carteras.
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