El S & P 500 apenas ha bajado ligeramente desde que el rendimiento de los bonos empezase a despuntar a mediados de abril. Sin embargo, en ese mismo espacio de tiempo tal y como hemos comentado en las últimas semanas las acciones con dividendos más elevados han sido aplastadas.
Para hacer un estudio más pormenorizado de esta circunstancia, vamos a hacer un estudio en el cual dividido el S & P 500 en grupos de 50 valores (10 grupos de 50 acciones cada uno) en base al dividendo que distribuyen cada una de las compañías. El grupo 1 contiene los títulos que reparten dividendos más elevados, mientras que el grupo 10 contiene las acciones que reparten dividendos más bajos o nulos.
Como se muestra en la tabla que podéis ver al lado de estas líneas, los dos primeros grupos correspondientes a los valores con repartos de dividendos más elevados han sido aplastados desde que el rendimiento de los bonos empezase a repuntar a mediados del pasado mes de abril, mientras que los grupos restantes tienen cifras de rendimiento bastante planas.
Este dato pone de manifiesto el impacto que el aumento en el rendimiento de los bonos tiene sobre los grupos de valores que distribuyen dividendos más elevados entre sus accionistas.
Uno de los muchos efectos “curiosos” que tienen los mercados es que las acciones que pagan elevados dividendos compiten con la rentabilidad de los bonos. Como resultado, el aumento de la rentabilidad de los bonos gubernamentales supone un lastre para las acciones que distribuyen jugosos dividendos, por contra, descensos en los rendimientos de los bonos suelen ser un catalizador para las acciones que distribuyen dividendos más elevados.