Los sistemas de alta frecuencia están aumentando su actividad en los últimos días

Como muchos ya sabéis, los mercados disponen de un sistema para la detención de las cotizaciones cuando detectan una volatilidad excesivamente elevada en algún producto cotizado (en España lo conocemos como “subasta de volatilidad”). Por ejemplo, en los últimos meses en este mismo blog hemos hablado de diferentes flash crash en el mercado del oro que llevaron a interrumpir su cotización.

Estos movimientos, en su gran mayoría son generados en milésimas de segundo con órdenes controladas por sistemas de alta frecuencia. Esta órdenes están aumentando en las últimas jornadas tal y como veremos hoy gracias a un reciente estudio llevado a cabo por Nanex. Si bien en su gran mayoría están sucediendo sobre valores pequeños, no hay que olvidar que en ocasiones estos algoritmos también han jugado con grandes cotizadas como si fueran chicharros.

Un ejemplo de lo que está sucediendo lo podemos encontrar en la acción Collabrium Japan Acquisition Co. (símbolo: JACQU). El pasado martes 20 de mayo de 2014, la acción entró en subasta de volatilidad nada más y nada menos que en 19 ocasiones!

Tal cantidad de movimientos repentinos que obligan al regulador a detener la cotización no pueden ser casualidad, menos aún cuando nos damos cuenta de que cada detención llegó exactamente cada 5 minutos y 15 segundos después de la detención anterior ¿Casualidad? No creo.

Es más, en la jornada siguiente, la cotización experimentó movimientos violentos exactamente a las mismas horas. Aquí tenéis la tabla con el seguimiento a los acontecimientos.

Estos movimientos están afectando a diferentes cotizadas de Estados Unidos. En la siguiente imagen podéis ver el número de veces que el regulador americano ha tenido que pulsar el botón de “parada de emergencia” por culpa de los movimientos repentinos en las cotizaciones de los valores.

Se puede apreciar un incremento gradual del número de paradas en el último año. Esto indica claramente que cada vez son más los movimientos repentinos sobre las cotizaciones que el regulador debe de atajar (o al menos intentarlo).

Si bien estos “ataques” suelen estar dispersos por diferentes valores, hay veces como en el caso de Collabrium Japan Acquisition Co. que los algoritmos se ceban con un mismo valor. En la siguiente imagen, el tamaño de cada burbuja indica el número de veces que se han producido “ataques” sobre un mismo valor (la primera parada viene representada con una burbuja pequeña, mientras que la décima parada sería una burbuja grande).

Como podéis ver, el número de apariciones de estos sistemas y sus efectos cada vez son más evidentes.