De las 7 grandes industrias americanas (salud, financieras, materiales, industria, energéticas, utilities, consumo, tecnología y consumo básico), la industria financiera (ticker XLF) terminó la semana pasada registrando la revalorización más importante de todas acumulando subidas del 1,72% lo que le lleva a sumar más de un 15% de avances desde los mínimos de octubre.
Esta industria que está siendo impulsada principalmente por los sectores asegurados y servicios financieros (el sector bancario americano todavía está débil), mantiene un sesgo alcista impecable que le lleva a establecer nuevos máximos multianuales (ver gráfico al lado de estas líneas), algo que se suma a su fuerza, y que revela que estamos ante una industria que además de subir, sube a un ritmo superior que la media del mercado.
Merece la pena señalar, ya que ahora mismo está en boca de todos hablar de las subidas de tipos de interés en EEUU, que la industria financiera es uno de los sectores que precisamente más se benefician de las subidas de tipos en los estados (en este caso Estados Unidos). Por un lado, el aumento de tipos (y un mercado laboral más fuerte) tienden a aumentar la demanda de préstamos bancarios. Las financieras deben de ser capaces de obtener más beneficios por esos préstamos. Además de esto, las aseguradoras invierten la mayor parte de sus primas en bonos del Tesoro. Por lo tanto, rendimientos más altos en el mercado de bonos permiten a las aseguradoras que reinviertan el vencimiento de los bonos de su cartera en bonos nuevos de más alto rendimiento.
Para ver la relación existente entre la industria financiera, y el rendimiento de los bonos, al lado de estas líneas con una línea negra podéis ver el ratio Finanzas/SP500. Si la línea negra sube significa que la industria financiera lo hace mejor que su mercado de referencia (S&P 500), y viceversa, si la línea cae significa que la industria financiera lo hace peor que el índice de referencia.
Como se puede ver, los cada vez más bajos tipos de interés desde 2008 hasta finales de 2011 (área verde) coinciden con un desempeño débil de la industria financiera. No obstante, desde finales de 2011/principios de 2012, el incremento progresivo del rendimiento de los bonos a dos años ha venido acompañado de una mejoría en el comportamiento relativo de la industria financiera.