Uno de los errores más comunes con los que me encuentro por parte de los inversores que todavía no han estudiado mi libro “El Código de Wall Street” o curso on-line para inversores de esBolsa.com es la escasa o nula diversificación geográfica de sus inversiones. Las frases “yo solo invierto en valores españoles” o “yo solo compro si el valor cotiza en Euros” son una tónica habitual y uno de los errores más frecuentes entre los inversores.
Y digo que es uno de los errores más frecuentes porque esto les hace extremadamente dependientes del comportamiento de un único mercado escogido en muchas ocasiones sin revisar si éste es un mercado favorable para sus intereses. Cuando la cosa va bien nadie se acuerda de ello, pero cuando ese mercado al que estamos “sobre-expuestos” experimenta un mal comportamiento vienen las lamentaciones.
Para mostrarlo de forma gráfica, a continuación os muestro un gráfico que representa el rendimiento experimentado por la renta variable española en los últimos tres años junto a dos mercados fuertes como son la renta variable americana (línea roja – S&P 500) y el mercado de Noruega (uno de los más fuertes de Europa representado por la línea naranja). Con el fin de hacer una comparativa lo más justa posible, los tres mercados incluyen en su rendimiento los dividendos distribuidos a sus accionistas en todo este tiempo.
Como podéis ver en el gráfico, en los últimos tres años la renta variable española sumándole los dividendos está en negativo, mientras que otros mercados líderes mundiales muestran un balance positivo con EEUU sumando revalorizaciones del 39,79% y Noruega del 46,42%.
Los inversores que han cometido el error de sobre-exponerse a la renta variable española han sufrido su debilidad, mientras que los inversores que hemos hecho los deberes exponiéndonos a mercados fuertes hemos acumulado revalorizaciones en el mismo periodo de tiempo.
El mundo de la inversión ha evolucionado muchísimo, ya no hay excusa de comisiones ni límites geográficos a la hora de invertir. Un intermediario decente debe de dar las mismas facilidades para invertir en todo el mundo, si no es así es que estamos trabajando con el mismo corredor que empleaba Pedro Picapiedra. De hecho, el otro día me comentaron que todavía existen intermediarios que no dejan poner stops, un síntoma inequívoco de que algunos intermediarios se han quedado en la edad de piedra.
No es mi intención hacer crítica de ningún caso en particular, simplemente comparto mi opinión de algunas facetas que considero mejorables tanto en el típico perfil inversor español, como de algunas casas de corretaje del país. Una mente más abierta y una adaptación al entorno actual benefician tanto a la mejor toma de decisiones, como a las herramientas disponibles para hacerlo.
Recuerda que toda mi metodología de inversión viene explicada en detalle en mi libro “El código de Wall Street”. Con la compra del libro dispondrás de tres meses de acceso gratuito a todas las herramientas de esBolsa.