Dos de los aspectos más comentados en las últimas jornadas en las mesas de operaciones de todo el mundo es la fortaleza mostrada por el Yen y la debilidad mostrada por la renta variable japonesa.
Como sabéis, en este blog seguimos muy de cerca la correlación entre diferentes mercados. Bonos, bolsas de valores, materias primas y divisas son los ejes centrales sobre los que hay que centrar nuestra atención para interpretar el devenir de los mercados y tratar de adelantarnos a sus movimientos.
A todos los mercados generalmente les va mejor cuando sus monedas mantienen sesgos alcistas (y peor cuando sus divisas son bajistas) ya que mantienen una relación directa, no obstante, hay una excepción muy importante a esta regla: Japón.
A diferencia de otros mercados, las acciones japonesas suelen ascender cuando el Yen se debilita. La principal razón de esto es la mayor dependencia de Japón a las exportaciones. Por contra, un Yen fuerte plantea graves problemas para las exportaciones japonesas, haciéndolas más caras para los compradores extranjeros. Sin embargo, un Yen más débil impulsa a las exportaciones japonesas y también a su mercado de valores altamente dependiente de esas exportaciones.
El siguiente gráfico nos muestra una “correlación negativa” entre el Nikkei 225 (línea azul) y el Yen japonés (línea roja) durante los últimos años.
Sobre el gráfico veis que el gran rally del Nikkei en 2013 se debió en gran medida a la debilidad de la divisa nipona en aquel año. Durante 2014 un Yen totalmente estable derivó en un episodio de lateralidad para el mercado de valores de Japón.
Esto cambió en el segundo semestre de 2014 cuando el Yen volvió a debilitarse. La creciente debilidad de la divisa nipona potenció las alzas en las bolsas de valores de Japón. Esto terminó en el verano de 2015, momento desde el cual el Yen ha tendido hacia la apreciación pasando factura a la bolsa de valores de Japón.
Al lado de estas líneas podéis ver al índice nipón Nikkei 225 operar con una pendiente descendente de su promedio móvil de 30 semanas desde el pasado verano. Esto tal y como explico en mi libro es un elemento técnico que nos indica que ahora mismo el mercado de Japón tiende a depreciarse y por lo tanto no es un mercado atractivo para buscar nuevas posiciones compradoras.
Además de esto, el mercado de valores de Japón también muestra una fortaleza relativa negativa (indicador RSCMansfield en negativo), lo que nos indica que los descensos de la renta variable nipona se están produciendo con mayor dureza que el promedio del mercado.
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