Llegamos a un nuevo viernes y como cada semana que hay algún dato “curioso”, para los amantes de las encuestas de sentimiento, aquí os traigo los últimos resultados de la encuesta de la AAII (Asociación Americana de Inversores Individuales). Ya sabéis que yo no sigo este indicador para mi operativa, pero como a muchos os llama la atención, no me cuesta nada dejarlo por aquí.

Como era de esperar dadas las alzas en el mercado desde el pasado viernes hasta la sesión del miércoles, el último informe de la Asociación Americana de Inversores Individuales (AAII) mostró que el sentimiento alcista que mide las expectativas de los inversores que piensan que las cotizaciones subirán en los próximos seis meses subió desde el 19.2% hasta el 27.56%, lo que significa que el nivel de inversores optimistas se ha situado exactamente en el mismo nivel que estaba hace dos semanas.

Al mismo tiempo, el sentimiento bajista que mide las expectativas de los inversores que piensan que las cotizaciones bajarán en los próximos meses se redujo desde una lectura del 48,7% la semana pasada hasta el 37,8% de esta semana, niveles muy similares a la lectura de sentimiento bajista de hace dos semanas.

Si bien los niveles de sentimiento bajista se mantienen altos (de promedio el sentimiento bajista históricamente es del 30% con lo que estamos 7 puntos por encima de la media) y los niveles de optimismo siguen siendo bajos (la lectura actual está 11 puntos por debajo de la media), lo cierto es que se muestra indecisión en las perspectivas de los inversores para los próximos meses.

Como muestran los gráficos, en las últimas ocho semanas el sentimiento alcista ha estado rebotando sin rumbo entre el 20% y el 30% de una semana para otra, mientras que los niveles de sentimiento bajista se han atascado en un rango entre el 35% y el 49%. Con estas grandes oscilaciones de ida y vuelta de una semana para otra lo que se traslada es que los niveles de frustración entre los inversores están en aumento.

Esto se debe generalmente a que muchos inversores no tienen un método definido, y la ausencia de un rumbo claro del mercado a medio plazo les hace caer en la desesperación cambiando su opinión violentamente de una semana para otra. Esto genera pérdidas en sus carteras (generalmente por sobreoperar) y estrés emocional.

Esta es una “trampa” frecuente en los mercados en la que no debemos caer nunca, y que se evita precisamente siguiendo las reglas de un método claro y bien definido, que indique que hacer en cada momento sin lugar a subjetividades.

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