En esta mañana del día de Reyes ya tratamos la debilidad relativa que sigue mostrando la renta variable europea. No obstante, me gustaría hablar un poco más sobre algunos factores importantes a tener en cuenta sobre la renta variable del viejo continente.
Para ver de nuevo esa debilidad que demuestran las bolsas europeas, en el siguiente gráfico, con un área morada se representa una ratio, resultado de dividir el ETF iShares MSCI European Monetary Union (EZU) entre el índice Dow Jones World. El ETF iShares MSCI European Monetary Union está compuesto por los principales valores de los mercados de la Eurozona. Al dividirlo por un índice global (Dow Jones World), tenemos un interesante ratio que, si sube, nos dice que los mercados de la Eurozona lo hacen mejor que la media mundial, y viceversa, si caen significa que la renta variable europea lo hace peor que la media mundial.
Al lado de estas líneas podéis ver que desde 2008 y hasta 2012 los mercados de valores de Europa lo hacían peor que los mercados mundiales. No obstante, desde que Draghi pronunciase su famosa frase “todo lo que sea necesario” en julio de 2012, la tendencia bajista en la relación se paró, y los mercados europeos se pusieron a tono, rindiendo mejor desde entonces que el promedio mundial. Durante un par de años, la inversión en Europa ha sido atractiva, ya que los mercados europeos se encontraban entre los que mejor lo hacían, pero en el pasado 2014 los mercados del viejo continente volvieron a perder atractivo, algo que se observa en la reciente caída del ratio (flecha roja), que muestra que los mercados de la Eurozona lo hacen peor que el promedio mundial.
Tal y como explico en el libro, la debilidad de un activo nos indica que está haciéndolo peor que la media. Mientras el mercado europeo subía a un ritmo superior que la media del mercado (desde mediados de 2012 hasta este 2014), dentro de nuestro ranking veíamos mercados interesantes para invertir, pero ahora que se han debilitado dejan de ser interesantes para hacerlo. ¿Por qué? Muy simple, porque los activos que son débiles sólo valen para dos cosas:
– Perder el tiempo (en finanzas lo llaman “coste de oportunidad”)
– Perder dinero.
Así de simple. Un activo débil es el resultado de un rendimiento peor al de la media del mercado. Cuando el mercado sube, un activo débil sube menos (o incluso cae) y cuando el mercado cae, el activo débil cae más.
Esto supone un coste de oportunidad evidente, razón por la que ahora mismo de cara a abrir nuevas posiciones preferimos otros mercados más fuertes. Si el día de mañana el mercado europeo volviera a fortalecerse, volvería a ser interesante, pero mientras tanto, mejor dirigir el punto de mira a otros mercados más fuertes como EEUU, Japón y algunos emergentes.
Ahora otro apunte importante. Al gráfico anterior le he añadido una la línea negra que nos muestra el comportamiento del Euro Index. Si la línea sube, significa que el Euro lo hace mejor que el resto de divisas mundiales, y viceversa, si la línea negra cae, significa que el euro pierde valor frente al resto de divisas mundiales.
Claramente existe una relación entre el comportamiento de la divisa común europea y sus bolsas. Un comportamiento fuerte del euro, viene acompañado de un mejor comportamiento relativo de las bolsas europeas. En cambio, un euro débil hace que las bolsas europeas lo hagan peor que el resto de bolsas mundiales. Esto es algo que de nuevo se está poniendo de manifiesto en los últimos meses.
Recuerda que toda la metodología de inversión así como la confección de la plantilla de análisis viene explicada en detalle en mi libro “El código de Wall Street”.