En la jornada de hoy haremos una parada en un mercado de la zona Asia/Pacífico que está empezando a repuntar y que, por lo tanto, merece la pena tenerlo en cuenta. Me refiero a la bolsa de Japón, que actualmente es el segundo mercado más grande del mundo por capitalización bursátil.

La bolsa de valores de Tokio fue fundada el 5 de mayo de 1878 y empezó a operar el 1 de junio de ese mismo año a las 14 horas con 76 intermediarios y 14 empleados. Hoy en día, todas las operaciones en la bolsa de Tokio son electrónicas, lo que permite canalizar un gran volumen de operaciones cada día.

La Bolsa de Valores de Japón tal y como la conocemos actualmente se constituyó el 30 de junio del año 1943 y es el resultado de la fusión de las 11 bolsas existentes en aquella época en diferentes lugares de Japón. Esta unificación resultó en una corporación casi pública al servicio de los intereses industriales japoneses (también sirvió a intereses militares durante la segunda guerra mundial).

Actualmente, tal y como se refleja en el gráfico superior, la bolsa japonesa, además de ser alcista, ha sido capaz de situar su RSCMansfield en positivo. Esta confirmación de la fortaleza nos indica que ahora mismo la bolsa japonesa además de subir, lo hace a un ritmo superior que la media. La fuerza y la tendencia alcista son los dos aspectos técnicos que exijo a los mercados a la hora de buscar oportunidades de inversión en ellos, por lo que, mientras que el mercado japonés se mantenga fuerte y alcista, será un mercado apto para la inversión.

Si ampliamos el gráfico, observamos cómo las alzas de las últimas jornadas han llevado al índice bursátil japonés Nikkei 225 a su nivel más alto desde el verano de 1991.

No olvidemos que, tal y como he comentado en alguna ocasión, la resistencias que se generasen con más de 5 años de antigüedad tienden a perder relevancia y, es por ello, que cuando cualquier activo supera máximos de 5 años o más (como es el caso de la bolsa japonesa), podemos considerarlo en subida libre.

Gráficos: esBolsa.com

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