Durante los últimos días varias personas me han preguntado por el mercado bursátil alemán, y es por ello que hoy vamos a dedicarle unas líneas a este mercado, que no olvidemos es uno de los más importantes del mundo.

Antes de entrar en el análisis propiamente dicho, tal y como venimos viendo desde hace tiempo, en líneas generales las bolsas europeas están muy débiles, y la bolsa alemana no es una excepción.

Esta debilidad, sitúa al DAX Xetra como uno de los mercados más débiles de nuestro ranking.

Como inversores siempre nos interesa estar posicionados en los mercados que mejor lo hagan. Es decir, los mercados que además de subir, lo hagan a un ritmo superior que la media. Esto es lo que personalmente exijo a los mercados en los que estoy invertido, ya que, si invertimos en los mejores mercados, nuestros resultados tienden a ser mucho más positivos que si invertimos en mercados mediocres.

Dicho esto, tenemos las dos premisas básicas, solo estar invertidos en mercados fuertes y alcistas, pero ¿el mercado alemán lo es? Ahora mismo NO. Veamos las razones.

Aunque es cierto que el promedio móvil de 30 semanas tiene un ligero sesgo al alza, si analizamos el contexto de forma amplia vemos que el mercado de Alemania presenta un comportamiento muy lateral durante los últimos meses.

Esta lateralidad, dentro de un contexto claramente alcista a nivel global, provoca que el segundo requisito que exigimos a un mercado (la fortaleza relativa) para invertir en él flaquee. Siempre debemos centrar el punto de mira en los mercados que además de subir, lo hagan a un ritmo superior que la media, y el mercado de Alemania no cumple este criterio que tomamos a la hora de establecer nuestros objetivos de inversión, ya que el RSCMansfield se sitúa claramente en negativo.

La debilidad del mercado alemán nos indica que en un contexto de medio plazo, cuando el mercado global sube, este mercado centroeuropeo sube menos, y cuando el mercado global cae, este mercado está entre los que más caen.

Obviamente esta es una situación que no nos beneficia y, es por ello que, mientras no mejore su fortaleza, el mercado de Alemania será un destino poco atractivo para las inversiones.

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