Uno de los patrones más repetidos con los que me encuentro entre las consultas de los inversores en los medios de comunicación, gira alrededor de los valores pequeños de nuestro mercado. Sin lugar a dudas una cuestión preocupante, ya que soy conocedor del aspecto del gráfico que, como veremos hoy, desde que el Ibex alcanzase sus máximos en noviembre de 2007 hemos visto cómo las empresas de pequeña capitalización han sido las más castigadas, quedando reflejado en el Ibex Small cap que ha perdido más de un 80% en estos 5 años.
Tal y como vimos en el seminario del lunes, y que dada su extraordinaria importancia nunca me cansaré de repetir, jamás hay que tener activos débiles y bajistas en cartera, por lo que a la vista del gráfico, sobra decir que los “pezqueñines” españoles no son en absoluto una buena idea de inversión en estos momentos.
Por desgracia, lo más dramático de este gráfico es que tal vez sea el que mejor representa el estado del tejido empresarial español; ya que, a diferencia de los grandes valores cotizados en el Ibex 35, cuya cifra de negocios está muy diversificada geográficamente, los valores que cotizan en el Ibex Small Cap, tienen una dependencia mayor de lo que acontece en España.
