Durante las últimas jornadas, tanto los medios de comunicación como diferentes informes de prestigiosas casas de análisis se están haciendo eco de la fuerte caída del índice Baltic Dry Index y como tratan de explicar como esta caída podría influir en la economía y las bolsas mundiales
Es por ello que hoy hablaremos del Baltic Dry Index, un indicador que ya adelanto en mi opinión no tiene ninguna utilidad práctica a la hora de estudiar la situación en el mercado y me gustaría explicaros el por qué.
Para todo aquel que no lo sepa, debe saber que el índice Baltic Dry Index es un índice de la contratación de fletes marítimos de carga seca de las 26 principales líneas marítimas mundiales, administrado por el Baltic Exchange en Londres, su creación se remonta al año 1744. El índice es una evaluación del precio del transporte por mar de las principales materias primas como son principalmente carbón, mineral de hierro y granos y nos refleja la cantidad de contratos de envío de mercancías que se cierran en las principales rutas marítimas mundiales. Obviamente, en la medida en que la economía mundial entra en crisis, se reducen los contratos de transporte y en consecuencia el Baltic Dry Index también desciende.
En más de una ocasión podréis leer que el Baltic Dry Index es un indicador adelantado al mercado y que se revela como un eficaz termómetro de la evolución de la economía mundial. La teoría en la que se basa esta afirmación es la siguiente:
- Una caída del Baltic Dry Index es indicador adelantado de una recesión económica a nivel mundial, ya que se transporta menos y por tanto se bajan precios para poder competir.
- Una recuperación del Baltic Dry Index tal vez no esté tan correlacionada con la reactivación de la actividad económica, sino con la reestructuración de las flotas navieras. Digamos que con la crisis económica se despide a gente, se jubilan los barcos más antiguos (por requerir más mantenimiento y ser menos rentables), y no se repone flota. Con lo cual, la menor oferta de barcos produce incremento de las tarifas (y por ende del BDI), sin que ello tenga que ver con un incremento de la demanda del servicio que se derivaría de la reactivación de la economía mundial.
Esta misma teoría dice que las divergencias del índice con la bolsa nos avisan de momentos de giro en los mercados, de tal forma que, si las bolsas están cayendo y el índice sube, nos estaría avisando de un cambio de tendencia al alza y viceversa, si las bolsas suben y el índice baja, nos estaría avisando de un cambio de tendencia a la baja.
En muchas ocasiones, aceptamos lo que leemos o vemos en los informes de diferentes entidades de “prestigio” sin llegar a plantearnos qué parte de verdad se esconde tras las palabras escritas en él. Sin embargo, personalmente tengo la costumbre de revisar este tipo de teorías para poder extraer mis propias conclusiones.
Por eso, en la jornada de hoy vamos a ver un gráfico del Baltic Dry Index de los últimos dieciséis años para que verifiquemos, mediante el estudio de su comportamiento en ciertos momentos puntuales, hasta qué punto puede resultar útil este indicador.
- 2005: El BDI marcó una gran divergencia bajista y el S&P500 siguió subiendo.
- 2008: El BDI seguía marcando nuevos máximos mientras que el S&P500 comenzaba a marcar máximos decrecientes. Si hubiésemos esperado a que el BDI nos confirmase la crisis, habríamos perdido mucho dinero.
- 2009: El BDI cayó a plomo durante el 2008 y comenzó su remontada antes que los grandes índices (línea discontinua roja en la siguiente gráfica), justo donde la teoría nos dice que es menos fiable.
- 2010 – 2012 y 2014 – 2015: El BDI marco diferentes divergencias durante estos años, pero las caídas en los índices demoraron más de dos años en producirse y fueron totalmente pasajeras. Es más, en 2012 el S&P 500 siguió ascendiendo, aunque el BDI seguía marcando divergencias.
- 2016 – 2019: BDI y S&P 500 suben de la mano hasta la caída del BDI en este 2020.
Es cierto que la fuerte caída del Baltic Dry Index en este 2020 es muy fuerte y puede dar lugar a jugosos titulares, pero si tratamos de ser objetivos con lo que demuestra la historia, en mi opinión, la fiabilidad que podemos otorgarle a este índice como indicador adelantado a la renta variable es muy baja, por no decir nula. Por ello la teoría que se cuenta en muchos informes financieros acerca de este indicador, a día de hoy, creo que carece de utilidad práctica, ya que es evidente que no existe una correlación mínimamente aprovechable entre estos dos índices.
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Has dado en el clavo de lleno ¡¡¡!!!!!!!!!!!!!
Buenos días Tony.
Ya sabes aquello de que “hasta un reloj estropeado da dos veces la hora bien al día”. La fiabilidad de un indicador no debe medirse por el evento más cercano sino por su histórico, ya que si no, podemos confundir “azar” con fiabilidad”. En lo que respecta al BDI si histórico es claro a pesar d elos últimos eventos: falla muchas más veces que acierta.
Un saludo!
Me has gustado bastante el artículo, justamente ahora estaba mirando ese tema, y no me cuadraba muy bien la correlación entre el Baltic Dry Index y el SP500.
Pero es más, tampoco cuadra el índice del Báltico, digamos que entran muchos factores a parte de los comentados en el artículo, hay uno muy importante, cada vez más, los barcos son más grandes y transportan más contenedores, bajando los precios. Es decir, menos barcos y más contenedores se mueven al año. De hecho, hoy en día es sumamente barato transportar mercancías.
Resumiendo, hay que desglosar y analizar cada componente del Baltic Dry Index para entender que indica, ya que depende del momento indicará una cosa u otra que no tiene nada que ver con el SP500
Gracias por compartir tu opinión Francisco!