Reino Unido se ha convertido en uno de los “epicentros” mediáticos de las últimas semanas con el “brexit” (abreviación de “British Exit”) sobre la mesa. En este portal ya hemos tratado en reiteradas ocasiones el escaso atractivo que muestra actualmente la renta variable europea en general. En la jornada de hoy me gustaría repasar junto a vosotros el aspecto del mercado inglés que lleva más de tres años arrastrándose con más pena que gloria. Recordemos que el índice de referencia para la bolsa de Londres es el FTSE 100.

Uno de los principios básicos de nuestra metodología es apostar por lo fuerte en los mercados alcistas y lo débil en los bajistas.

A la hora de invertir nuestro dinero tenemos que ser muy exquisitos y no conformarnos con lo débil en los mercados alcistas. Si queremos ser buenos inversores, tenemos que ser exigentes con nosotros mismos y con los activos a los que irá dirigido nuestro dinero. Entiendo que, en ocasiones, pueda resultar incómodo invertir en mercados a los que no estamos acostumbrados, pero este “detalle” nos diferenciará de los inversores estándar, gratificándonos con mejores retornos.

Para elegir dónde invertir siempre empezaremos analizando el índice del país en el que queremos situarnos. Si es fuerte y alcista pasamos a buscar los sectores más destacados, para finalizar escogiendo los mejores valores de los sectores interesantes. Esta rutina ha de estar grabada a fuego en nuestra mente, puesto que es de vital importancia centrarnos en lo mejor de lo mejor y no relajar ni un segundo nuestra atención, puesto que al mínimo despiste el mercado estará preparado para darnos un duro revés.

Como he comentado al inicio, me gustaría compartir con vosotros un análisis del índice inglés FTSE 100, un índice de referencia mundial, y que no se encuentra entre los mercados destacados desde hace aproximadamente tres años.

El índice está con muy mal aspecto. El gran peso que sectores débiles como el bancario tienen en este mercado hace que el FTSE 100 británico rinda claramente peor que la media y no sea capaz de establecer un rumbo alcista claro (como si han logrado otros mercados mundiales). Dada la casi crónica debilidad mostrada por el mercado inglés, el gráfico claramente nos indica que no es un mercado apropiado para nuestra exquisita cartera.

La clave para que volvamos a considerar la bolsa británica como interesante pasará por una mejora de su fuerza relativa, mientras tanto, lo mejor será mirar a mercados más potentes.

Tal y como aprenderemos en el curso presencial que impartiré el próximo 4 de junio en Madrid (matricúlate pulsando aquí), es importante localizar y centrar nuestras inversiones en los mercados y sectores destacados, es decir, aquellos que sean fuertes (rinden a un ritmo superior que la media) y alcistas, puesto que apostar por los ganadores es algo que nos beneficia en nuestras inversiones.