Hace ya meses que venimos insistiendo en este blog que el sector bancario europeo no es nada atractivo desde el punto de vista de la inversión. Tal y como explico en mi libro El código de Wall Street, solo nos interesa invertir en mercados y sectores cuyo aspecto sea alcista y que rindan a mayor ritmo que la media del mercado, algo que no se cumple en la banca europea desde mediados del pasado mes de abril de 2014.
Hace ahora más o menos nueve meses que la fuerza relativa nos indica que algo no va bien dentro del sector bancario europeo. Sea por la razón que sea, es un sector débil, es decir, estamos ante un sector que lo hace peor que la media del mercado y que por lo tanto no favorece nuestros intereses como inversores, más bien todo lo contrario, los perjudica.
Ya sabéis que únicamente apostamos por sectores ganadores, estos son sectores que suben y que lo hacen a un ritmo superior que la media del mercado, algo de lo que precisamente no puede presumir ahora mismo la banca europea, puesto que mantiene un rumbo bajista y débil.
Como siempre, mientras el sector se mantenga con este mal aspecto técnico deberemos seguir evitándolo, destinando nuestras inversiones a sectores que suban y que lo hagan a un ritmo superior al de la media del mercado.