El precio de los productos energéticos ha protagonizado en los últimos meses los titulares debido a su fuerte caída. Como ya hemos comentado en alguna ocasión, esta caída de los precios en las materias primas energéticas, está pasando factura a países productores y sectores dependientes de todo el mundo.

Como ya sabéis, la fortaleza del dólar está haciendo sufrir de lo lindo a las materias primas. Hay muchos que se sorprenden ahora de esta relación inversa entre materias primas y dólar, pero lo cierto es que es una de las relaciones entre mercados más importantes a lo largo de la historia y que viene detallada en mi libro “El código de Wall Street”.

Hoy hablaremos de una materia prima de la que se habla poco pero que también está pasando por apuros como es el cobre (podéis ver su gráfico en ProRealTime con el ticker HGXXXX).

Desde que los precios del cobre tocasen máximos en 2011, el cobre se ha depreciado un 40%. Una tendencia bajista que ha ido rompiendo soportes sin piedad. El último en perderse ha sido el situado en los 2,92$. No olvidéis nunca que en tendencias bajistas, los soportes están para romperse.

Muy lejos queda aquella época entre 2002 y 2008 en la que el cobre multiplico su valor por cuatro y que por desgracia fomentó los robos de este metal. La tendencia bajista es desde hace años la predominante del metal industrial al igual que en la inmensa mayoría de materias primas.

No perdáis nunca de vista la dirección en la que se mueven los activos, ya que ir en su contra en la gran mayoría de ocasiones supone un mal negocio. Seguir de cerca estas cotizaciones puede ser de mucha utilidad para empresas de la industria metalúrgica (sean del tamaño que sean), que disponen de grandes cantidades de material en stock y que dado el mal comportamiento del precio pueden hacer valer coberturas que les cubran contra la depreciación de estos productos.