Uno de los principios básicos de nuestra metodología es apostar por lo fuerte en los ciclos alcistas y dejar lo débil de lado.
A la hora de invertir nuestro dinero tenemos que ser muy exquisitos y no conformarnos con lo débil en los mercados alcistas. Si queremos ser buenos inversores, tenemos que ser exigentes con nosotros mismos y con los activos a los que irá dirigido nuestro dinero. Entiendo que, en ocasiones, pueda resultar incómodo invertir en mercados a los que no estamos acostumbrados, pero este “detalle” nos diferenciará de los inversores estándar, gratificándonos con mejores retornos a medio plazo.
Para elegir dónde invertir siempre empezaremos analizando el índice del país en el que queremos situarnos. Si es fuerte y alcista pasamos a buscar los sectores más destacados, para finalizar escogiendo los mejores valores de los sectores interesantes. Esta rutina ha de estar grabada a fuego en nuestra mente, puesto que es de vital importancia centrarnos en lo mejor de lo mejor y no relajar ni un segundo nuestra atención, puesto que al mínimo despiste el mercado estará preparado para darnos un duro revés.
Hoy me gustaría compartir con vosotros un análisis del índice inglés FTSE 100, un índice de referencia mundial, que si bien no forma parte de la zona Euro tiene mucho en común con muchos de los mercados europeos: Su aspecto técnico no es bueno.
El aspecto técnico del FTSE 100 es más lateral que tendencial. En un activo sin tendencia el dinero brilla por su ausencia, por lo que actualmente este entorno supone un claro coste de oportunidad para los inversores británicos (que podrían tener el dinero invertido en activos con tendencias más favorables).
Además de la tendencia hay un segundo requisito que exigimos a los mercados en los que invertimos: la fuerza relativa. Siempre buscamos invertir en los mercados que además de subir, lo hagan a un ritmo superior que la media, y el mercado inglés no cumple ninguno de los dos criterios que tomamos a la hora de establecer nuestros objetivos de inversión. La debilidad del mercado inglés (reflejada por el RSCMansfield en negativo) nos indica que en un contexto de medio plazo, cuando el mercado global sube, el mercado inglés sube menos o incluso cae, y cuando el mercado global cae, el mercado inglés está entre los que más caen.
Obviamente esta es una situación que no nos beneficia, y es por ello que mientras no mejore la fortaleza, nuestro punto de mira deberá estar situado en otros mercados más fuertes, ya que su mejor comportamiento aumentará las probabilidades de éxito en nuestras inversiones.
Gráfico: esBolsa.com
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