Una de las bolsas protagonistas en las mesas de operaciones de renta variable internacional en todo el mundo durante las últimas semanas está siendo el índice bursátil de Shanghái. Es un mercado de muy difícil acceso para el inversor minorista, pero dado el gran tamaño del gigante asiático creo conveniente revisar su situación, aunque sea más por una razón de conocimiento de la situación global que operativa en sí, ya que acceder al mercado de valores de Shanghái no resulta una tarea fácil.
Muchos operadores internacionales (principalmente institucionales) han girado su atención hacia el gigante asiático porque tras un periodo de gran debilidad, el mercado de valores chino lo está volviendo a hacer muy bien en las últimas semanas.
En julio de este 2016 la bolsa de Shanghái lograba recuperar el sesgo alcista perdido durante un gran mercado bajista iniciado en verano de 2015. Entre junio de 2015 y el febrero de 2016 el mercado de valores chino llegó a perder un 47% de su valor. No obstante, desde este pasado verano el mercado chino se ha reestructurado al alza y además de esto está empezando a ganar fuerza, lo que nos indica que la presión compradora sobre este mercado está haciendo que sus compañías se aprecien a un ritmo superior que el promedio del mercado mundial.
También me llama la atención que este mercado tiene una alerta Atlas encendida, que, teniendo en cuenta su aspecto positivo, nos indica que muy probablemente las alzas de este mercado sigan a gran velocidad.
Como dije al principio de este artículo, es un mercado de difícil acceso, por lo que operativamente será complicado sacar partido a sus alzas, pero desde un punto de vista global, que el mercado de valores chino muestre buen aspecto nos indica que existe confianza en este gigante económico.
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Los análisis aquí expuestos son opiniones estrictamente personales, no recomendaciones.