A pesar del repunte en la renta variable internacional, hay un sector que continúa debilitándose: El sector petrolero.

El siguiente gráfico muestra cómo el sector petrolero opera con una pendiente bajista de su promedio móvil ponderado de 30 semanas.

Este sesgo bajista del sector tiene lugar dentro de un mercado bursátil global al alza, lo que hace que su rendimiento relativo (RSCMansfield) sea muy negativo. De hecho, ahora mismo los sectores energéticos están entre los más débiles del mundo.

La mayoría de casas de análisis, cuando hablan de la debilidad del sector energético lo relacionan con el precio del petróleo. Es cierto que el precio del petróleo se encuentra muy lateral en los últimos meses, lo cual no ayuda a las petroleras.

Ahora bien, hay un producto muy importante para las petroleras que en mi opinión está suponiendo un mayor lastre: el gas natural.

El siguiente gráfico muestra al gas natural en una clara trayectoria bajista. De hecho, esta materia prima es la que muestra el peor aspecto técnico del mundo, tal y como refleja el ranking de materias primas de esBolsa.com

En el último año, la cotización del gas natural ha retrocedido prácticamente un 50%, lo que está llevando a este producto a dar continuidad a su caída libre. Debemos tener presente que el gas natural suele ser una fuente de ingresos importante para las petroleras, por lo que, este fuerte retroceso, indiscutiblemente está lastrando al sector en una época en la que los precios del petróleo se encuentran estables y no ayudan a las petroleras.

Obviamente la debilidad del sector petrolero es algo que no beneficia a sus accionistas, y es por ello que, mientras que este sector no establezca un rumbo favorable para las inversiones y mejore su fortaleza, nuestro punto de mira se mantendrá alejado de este sector, puesto que actualmente supone un claro coste de oportunidad para sus accionistas.

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