El índice del dólar ha estado corrigiendo durante las últimas semanas, lo que ha hecho que algunos amigos lectores me preguntéis sobre el estado del billete verde. Para revisar su aspecto analizaremos el Dollar Index.
Recordar, por si alguien se incorpora de nuevo y no lo sabe, que el aspecto del dólar, de forma individual, se ha de analizar mediante el Dollar Index. Este es un índice que mide el valor del dólar estadounidense con relación a una cesta de monedas y esto nos permite tener una visión general de la fortaleza del dólar con respecto a un conjunto de divisas extranjeras.
Actualmente, el Dollar Index se calcula por una media geométrica ponderada del valor del dólar en comparación con:
- Euro (EUR), 57.6%
- Yen japonés (JPY), 13.6%
- Libra esterlina (GBP), 11.9%
- Dólar canadiense (CAD), 9.1%
- Corona sueca (SEK), 4.2%
- Franco suizo (CHF) 3.6%
Tal y como explico en mi libro el código de Wall Street, las divisas son un producto peculiar y su fuerza se mide por el comportamiento de su MM30. Una tendencia alcista en un índice divisa es sinónimo de una divisa fuerte, mientras que una MM30 bajista en un índice divisa indica debilidad en la divisa analizada. Por esta razón he eliminado el RScMansfield del gráfico, las divisas son un producto diferente a las bolsas de valores, usar el RScMansfield en estos análisis sería como comparar peras con manzanas.
A continuación podéis ver el gráfico del dólar:
Ahora mismo la media móvil de 30 semanas está girando a bajista (a falta de ser confirmado a cierre semanal) lo que indica que caso de cerrar así la semana el dólar sería una divisa que tendería a depreciarse frente al resto de divisas mundiales.
Es cierto que el giro de la MM30 es pequeño todavía y que podría ser un simple apoyo antes de seguir subiendo, ahora bien, el análisis lo tenemos que hacer con los datos disponibles actualmente y caso de confirmarse el sesgo bajista de la MM30 a cierre semanal indicaría que el billete verde tendría más probabilidades de depreciarse que de apreciarse. Solo un nuevo giro al alza de la MM30 invalidaría el escenario bajista para el billete verde.
Este giro a la baja del dólar coincide con una alerta de movimiento violento del indicador Atlas. Recordemos que, si la tendencia es alcista y el Atlas está encendido, lo más probable es que el movimiento se produzca al alza. En cambio, si la tendencia es bajista (como empieza a indicar la MM30) y el Atlas está encendido, lo más probable es que el movimiento se produzca a la baja.
Personalmente ya sabéis que centro mi operativa principalmente en las bolsas de valores, no obstante, de vez en cuando, seguimos este tipo de activos ya que su comportamiento tiene repercusiones en varios aspectos del mercado.
Es por ello que en el artículo de hoy iremos más allá del mercado de divisas, ya que lo que pasa en el mercado monetario tiene sus repercusiones en las bolsas de valores.
En los últimos años estamos viendo que el comportamiento relativo de los mercados de valores de Estados Unidos está también determinado en gran medida por la dirección del dólar de EE.UU.
En términos generales, las bolsas de EE.UU. tienden a comportarse mejor que las bolsas europeas y asiáticas cuando el dólar está fuerte y, por el contrario, con un dólar débil las bolsas norteamericanas tienden a perder fuerza con respecto a sus homólogas extranjeras.
En la siguiente imagen se puede ver perfectamente a lo que me refiero. El área sombreada corresponde al comportamiento del S&P 500 dividido por el ETF iShares MSCI EAFE (ETF que mezcla los mercados de Europa, Asia y Extremo Oriente) para generar su ratio. Un sesgo alcista de este ratio indica un mejor comportamiento relativo de las bolsas de EEUU, mientras que un sesgo bajista indica un mejor comportamiento relativo de los mercados de Europa, Asia y Extremo Oriente.
Como se puede observar en la imagen, un dólar débil como el que tuvimos en 2017 favoreció a que las bolsas extranjeras (especialmente emergentes) lo hicieran mejor que las norteamericanas ese año, mientras que un dólar fuerte como el que tuvimos en 2018 favoreció a las acciones estadounidenses sobre las acciones extranjeras.
La debilidad actual del dólar está de nuevo generando un peor comportamiento relativo de las bolsas americanas con respecto a sus homologas extranjeras (especialmente emergentes). Desde que el dólar alcanzase máximos el pasado 12 de noviembre las bolsas americanas han retrocedido un 4,46%, mientras que las bolsas europeas han perdido un 1,19% y los mercados emergentes han ascendido un 5,87%.
Esto se debe a que los inversores y operadores internacionales generalmente suelen ver con “mejores ojos” a los mercados cuya divisa suponga una ventaja en el efecto cambio de la divisa a la hora de invertir. Esto genera un “efecto llamada” que termina favoreciendo la entrada de flujos monetarios a este tipo de mercados con divisa fuerte.
Con todo esto, si la debilidad del dólar termina por consolidarse debemos seguir esperando en líneas generales un peor comportamiento relativo de la renta variable norteamericana.
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