Resulta innegable que la política de flexibilización de la Reserva Federal está apoyando este rally alcista en las bolsas de valores. Es algo que resulta evidente, y de hecho lo hemos tratado en diferentes ocasiones aquí.
Se podrá estar de acuerdo o no con la política económica de Ben Bernanke, pero no cabe ninguna duda que sus medidas son las grandes protagonistas de este ciclo alcista que experimenta el mercado desde el año 2009.
Tan sólo hace falta repasar el gráfico del S&P 500 para observar que todas las medidas llevadas a cabo desde la FED han ido relacionadas con la buena senda de la bolsa norteamericana.
La política de la Reserva Federal estadounidense sin duda ha tenido más éxito en el impulso de las acciones de Estados Unidos que las diversas estrategias (de carácter más restrictivo) seguidas en Europa. La divergencia entre Estados Unidos y Europa tienen una fecha clave: el discurso del Presidente de la Reserva Federal Ben Bernanke en 2010, cuando ofreció el simposio anual de la Fed en Jackson Hole, Wyoming (27 de agosto de 2010). Aquel día, Ben Bernanke insinuó que la Reserva Federal daría comienzo a una segunda ronda de flexibilización cuantitativa, algo que finalmente daría comienzo en noviembre de 2010, la de sobra conocida por todos como QE2.
Como decía al principio, se podrá estar de acuerdo o no con la política seguida por la Reserva Federal, pero en términos bursátiles (y probablemente económicos) no hay dudas, la política de la FED resulta muchísimo más acertada que la seguida en Europa.
En las últimas semanas, se está hablando muchísimo sobre las repercusiones que estas medidas están teniendo sobre los productos básicos, y es justo lo que vamos a repasar hoy, para ello, en primer lugar, vamos a ver un gráfico del equipo de investigación global de Societe Generale, liderado por Patrick Legland en el que compara el camino seguido por el S&P 500 con el índice CRB de materias primas.
Durante cada una de las dos primeras fases de la expansión cuantitativa de la Reserva Federal (QE1 y QE2), los productos básicos se apreciaron más de un 25%. Sin embargo, todo cambió a partir de la QE3 en septiembre de 2012. Un error que en ocasiones suelen cometer los americanos es que se piensan que son el centro del universo, y eso es algo que no es del todo cierto.
Sus medidas de estímulo tienen evidente repercusión dentro de sus fronteras, pero la oferta y la demanda de materias primas es más global, y si bien es cierto que su cotización viene marcada por el rumbo del dólar, no debemos confundirnos y pensar que todo lo que hagan los americanos tiene repercusiones estrictas sobre la economía mundial. A poco que se estudien los mercados mundiales, resulta evidente que no todos los mercados siguen el mismo ritmo que el marcado por tío Sam, y las commodities al ser un producto más dependiente de la economía global, no debe de extrañar que su reacción ante las medidas de estímulo sea menor.
Para finalizar, me gustaría mostraros una de las mejores formas de comparar dos activos a largo plazo. Todo lo que hay que hacer es usar un gráfico que represente el resultado de dividir un activo entre otro. Si la línea de proporción es descendente significa que el primer activo (en nuestro caso, el índice CRB de materias primas) es más débil que el segundo (S&P500); si por el contrario, la proporción es ascendente, el primer activo resulta más fuerte que el segundo.
Tal y como se observa en el gráfico, las acciones fueron el activo más fuerte en las dos últimas décadas del siglo pasado, algo que se representa en el gráfico con una tendencia bajista dibujada en rojo. Eso comenzó a cambiar aproximadamente en el año 2000 cuando la relación commodities/acciones mostró claros signos de suelo confirmándose 2 años después con la rotura de la tendencial bajista (círculo verde) y cambio de tendencia.
La subida del ratio vivida entre el año 2000 y 2008 ponía de manifiesto que los productos básicos eran el activo más fuerte en la relación. Durante esos ocho años, el índice CRB ganó un 44% en comparación con una pérdida del 1% del S&P 500.
La relación hizo máximos durante el año 2008, sin embargo, muestra claros síntomas de debilitamiento desde entonces. Desde mediados de 2008, el S&P ha ganado un 23% en comparación con una pérdida de -41% para el índice CRB. La relación entre ambos productos rompió en 2012 a la baja la línea de tendencia vigente en la última década y también ha roto su soporte marcado en 2010.
Este cambio de tendencia en la relación entre commodities y bolsas de valores, unida a la fortaleza del dólar, nos hace pensar que las acciones se han convertido en la clase de activo más fuerte y debe seguir siéndolo. Esta es la razón por la que desde hace meses nuestras inversiones personales, tienen menor exposición a materias primas y nos centramos más en acciones.
¡Feliz domingo inversores!
Artículo para quitarse el sombrero. Un saludo y feliz Domingo.
Me alegro que te guste Mistiko!
Es fundamental saber en todo momento lo que mejor funciona para dirigir nuestras inversiones, y por eso pongo especial atención a estos detalles.
Un saludo!!