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Hace aproximadamente dos meses advertía por aquí que la cosa se ponía más fea (y eso que en aquel entonces parecía difícil) en la renta variable nacional. En estos dos meses (no llega) el mercado doméstico ha perdido casi una cuarta parte de su valor, y el euro (también citado en el análisis) cotiza en mínimos de dos años. Los consultorios bursátiles se llenan de “pillados” e inversores que echan la culpa a todo lo que se mueve, sin darse cuenta (como es costumbre) que el verdadero responsable siempre es el que da la orden de comprar, es decir, él.
Los lectores habituales del blog conocéis perfectamente mi postura acerca del Ibex y otros índices débiles. Esta postura no se basa en noticias ni nada que se le parezca, hay una metodología detrás que he explicado tanto en ferias, cursos, o desde este mismo blog y bolsa.com. Todo lo que necesitamos saber está en el gráfico. Las noticias (al menos para mí) son meros pasatiempos que nada tienen que ver con la inversión que realicemos en los mercados.
Dicho esto, ya sabéis que a medio plazo la renta variable norteamericana en mi opinión sigue alcista, y que lo vivido en las últimas semanas es un recorte natural dentro de una tendencia alcista de medio plazo. Tal y como explicaba en un video-informe emitido en directo en EsBolsa.com este fin de semana, la caída del bono (históricamente indicador líder de acciones) es insuficiente para iniciar un mercado bajista, amén de que la línea avance/descenso americana no ha dado señales de peligro. La Eurozona es otro mundo, quincena tras quincena comprobamos en nuestro ranking cómo la inmensa mayoría de mercados pertenecientes al viejo continente, son lugares hostiles para la inversión ahora mismo, y así seguirá siendo hasta que no mejoren en fortaleza, algo que visto lo visto, podría tardar en suceder.
Dicho esto, y teniendo en cuenta lo ya dicho de que a medio plazo la tendencia alcista todavía no se puede dar por muerta (ni mucho menos), observamos que tanto S&P500 como Dow Jones muestran encendida la señal Atlas, lo cual nos advierte de que un movimiento brusco se acerca en la renta variable americana (también lo muestran las bolsas de Egipto y Túnez pero no las vamos a estudiar por su escasa relevancia).
Es cierto que el precio de ambos índices perdió la media móvil de 30 semanas, pero las dilataciones de dicha media son algo habitual. Lo que me llama la atención de ambos índices, es que ya empiezan a rebotar desde su tendencial alcista, y aunque no podemos descartar nuevos descensos, los mínimos no deberían de irse mucho más allá de los ya vistos.
Comentaba en el informe EsBolsa del domingo que el retroceso máximo que espero es de un 12% desde máximos. Los mínimos de hace 2 semanas representan un 9,19% de retroceso, por lo que ya estaríamos rondando la zona en la que el S&P500 podría hacer suelo (no tiene porque llegar al 12% exactamente).
No obstante, he de decir que no me gusta jugar a cazar suelos y esperaré a que se retome la tendencia para ir acumulando nuevas posiciones (ahora mismo estamos 50% invertidos, 50% liquidez). La primera señal, como siempre nos la dará nuestro sistema automático de corto plazo, para a partir de ahí ir incorporando nuevas posiciones a la tendencia a medida que la renta variable se vaya recuperando.
Como es lógico, esa recuperación ofrecerá mejores retornos en los mercados más destacados, como son los americanos, de los que el Atlas ya nos viene avisando que una semana de estas volverán a moverse a gran velocidad. ¡Pero no nos precipitemos! esperemos a que dicho rebote se inicie y se confirme para subirnos a él, habrá que ser pacientes, pero el mercado nos dará más de una oportunidad.