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Ayer os hablaba de que el mal comportamiento de las materias primas está pasando factura a sus países dependientes. Un claro ejemplo de este sufrimiento de uno de estos países dependientes se aprecia claramente en el siguiente gráfico, resultado de comparar el rendimiento de la bolsa peruana con respecto al S&P 500 (línea negra) y el rendimiento de los metales industriales con respecto a la media de materias primas (área marrón).
Si la línea negra sube, significa que la bolsa de Perú lo hace mejor que el S&P 500, y viceversa, si la línea negra baja, significa que la bolsa peruana lo hace peor que la americana. Del mismo modo, si la línea marrón sube, significa que los metales lo hacen mejor que la media de materias primas, y si la línea marrón cae, significa que los metales devuelven un rendimiento inferior al de la media de materias primas.
El gráfico representa claramente la dependencia de esta bolsa al comportamiento de los metales. Con la fuerza de estos hasta mediados de 2010 todo andaba bien para la bolsa de Perú, pero la cosa empezó a torcerse en el momento en que los metales no fueron capaces de alcanzar nuevas alzas y empezaron a descender, arrastrando tras de sí a la bolsa peruana.
De hecho tal ha sido el daño que ahora mismo la bolsa de Perú se ha convertido en la bolsa más débil del planeta dentro de nuestro ranking de índices.
