A estas horas me encuentro rumbo a Bolsalia donde esta tarde ofreceré una conferencia sobre bolsas y mercados. Esta es la razón por la que en la jornada de hoy no podré escribir con la regularidad habitual, no obstante, sí que me da tiempo a comentar unas cosas breves con vosotros.
A principios de verano ya advertíamos por aquí que con la fuerza del dólar, los productos más afectados serían las materias primas. Desde entonces, uno de los productos que más ha sufrido ha sido el petróleo con caídas de alrededor del 20%. En este aspecto hay poco más que añadir, las materias primas siguen siendo un producto débil y en mi opinión con escaso interés de inversión.
No obstante, más allá de estos recortes, y aunque no tenga mucho que ver con la situación actual, a modo de “culturilla general” me gustaría compartir con vosotros un gráfico generado por los compañeros de chartoftheday.com que nos muestra como la mayoría de los picos en los precios del petróleo coincidieron históricamente con las crisis de Oriente Medio y a menudo preceden o coinciden con recesiones en Estados Unidos.
Detrás de esto se encuentra que las crisis en Oriente Medio pueden llegar a interrumpir el suministro de petróleo que ya de por sí está bastante ajustado y con ello impulsar los precios del petróleo hacia arriba.
Además, el aumento de los precios del petróleo puede, entre otras cosas, aumentar los costos de la economía mundial puesto que afecta directamente a la cadena de distribución, contribuyendo así a la generación de inflación, que a su vez puede estimular a los gobiernos a detener o reducir los planes para estimular la economía. Como resultado se puede producir una desaceleración económica mundial.
Estas son las razones por las que históricamente repuntes fuertes en los precios energéticos han tenido consecuencias en la economía global, algo que se refleja claramente sobre el gráfico histórico.