En la jornada de hoy me gustaría ver un aspecto que, si bien no tiene utilidad operativa, sí que resulta interesante de cara a conocer la composición del índice rector estadounidense S&P 500.

El siguiente gráfico muestra el peso que cada industria tiene dentro del S & P 500.

Como se puede observar, los valores tecnológicos siguen siendo el sector con más peso dentro del índice con el 20,8%, mientras que la industria financiera se ha situado de nuevo en segunda posición con un 14,6%. Las empresas sanitarias ocupan el tercer lugar en el 13,7%, seguidas por consumo discrecional (12,3%), industria (10,5%), y consumo básico (9,3%). Las empresas energéticas ocupan el séptimo lugar con el 7,5%, y las cuatro industrias con menos peso (servicios públicos, materiales, bienes inmuebles, y telecomunicaciones) tienen ponderaciones entre el 2,5% y el 3,1%.

Uno de los principales movimientos que ha habido en los mercados desde la elección de Trump ha sido la diferencia de comportamiento entre los valores dependiendo de si pertenecían a uno u otro grupo industrial.

La siguiente gráfica refleja el cambio en el peso dentro del S&P 500 que ha tenido cada grupo económico desde la victoria de Trump el pasado 8 de noviembre.

Como se puede observar, el sector financiero ha visto un aumento en su ponderación dentro del S & P 500 en 1,23 puntos porcentuales. El aumento en los rendimientos de los bonos ha beneficiado y mucho a este sector tal y como analizamos aquí hace unas semanas.

El sector industrial ha visto el segundo mayor incremento dentro del S&P 500 tras anotarse 0,39 puntos porcentuales, seguido de las empresas energéticas (0,26) y del consumo discrecional (0,10).

En el lado negativo, inmobiliarias, servicios públicos, atención sanitaria, tecnológicas y consumo básico han perdido cuota de mercado desde las elecciones. Las empresas que venden artículos de primera necesidad (curiosamente un sector muy defensivo) son las que más peso han perdido con una bajada en su ponderación dentro del índice de 0.71 puntos porcentuales.

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Los análisis aquí expuestos son opiniones estrictamente personales, no recomendaciones.