Si buscas rentabilidad, este año hay que mirar dos veces
Los tipos de interés siguen altos. No tanto como el año pasado, cierto, pero siguen ahí arriba. Y con eso, el mundo de la renta fija —que durante años fue casi como ver crecer el césped— ha vuelto a estar en boca de todos. Invertir en deuda vuelve a tener sentido. Lo que pasa es que no toda la deuda te paga igual.
Lo normal, cuando uno piensa en seguridad, es que mire a los bonos del Estado. Tesoros, letras, lo que sea. Ahí no hay mucho margen para el susto. Pero si lo que quieres es algo más de rentabilidad, en 2025 hay una alternativa que está dando que hablar: los bonos corporativos.
Sí, suena menos glamuroso que invertir en bolsa o en fondos tecnológicos. Pero los bonos de empresas se están convirtiendo en una pieza muy interesante para quien busca rendimiento sin asumir el vértigo de las acciones.
Qué están pagando los corporativos este año
Vamos con los datos, que al final es lo que importa. A principios de abril, el rendimiento medio de los bonos corporativos europeos con grado de inversión rondaba el 3,5 %. Los de alto rendimiento, los famosos High Yield, ya están por encima del 6 %. En Estados Unidos, las cifras suben un poco más.
Para que te hagas una idea, estamos hablando de que, si una empresa sólida —hablamos de compañías tipo Nestlé, Iberdrola o Sanofi— emite deuda, puede estar pagando entre un 3 % y un 4 % anual. A eso, súmale que muchas de ellas están ofreciendo plazos cortos. Nada de esperar diez años. Hay bonos a dos o tres años que te pagan eso… y con riesgo controlado.
Ahora bien, hay que matizar. Porque, claro, esto no es un depósito. Es deuda de empresa, y eso implica riesgo. Si la empresa va mal, el bono también. Aunque si te quedas con las de grado de inversión, el riesgo está bastante contenido. No es cero, pero se acerca.
Y lo mejor es que, como los bancos centrales aún no se han decidido del todo con las bajadas de tipos, estos niveles de rentabilidad podrían mantenerse más tiempo del que se pensaba hace unos meses.
Qué está haciendo el Estado en comparación
Y aquí viene el contrapunto. Porque sí, el Estado también paga más que hace unos años, pero no llega a lo que ofrecen muchas empresas. Las letras del Tesoro a 12 meses están ahora mismo cerca del 3,2 % en España. Los bonos a tres o cinco años rondan también esa cifra.
¿Es un mal rendimiento? Para nada. Sobre todo si lo comparas con los tipos cercanos al 0 % que hemos tenido durante más de una década. Pero si pones los números uno al lado del otro, se ve claro: las empresas, hoy por hoy, pagan más que el Estado.
La diferencia no es brutal, pero si estás invirtiendo una suma importante o quieres vivir de las rentas, ese 0,5 % o ese 1 % extra al año puede marcar la diferencia. Y más si se suma durante varios ejercicios.
Aquí entra en juego tu perfil. Si eres más conservador, el bono estatal te deja dormir tranquilo. Pero si puedes asumir un pelín más de riesgo, sin volverte loco, el corporativo empieza a ser muy, muy interesante.
Y por si lo estás pensando: sí, puedes combinar. No tienes que elegir blanco o negro. Puedes tener una parte en deuda pública para proteger capital y otra en deuda privada para ir rascando más rentabilidad.
Lista rápida (que será la única):
- Bonos corporativos: más rentabilidad, algo más de riesgo.
- Bonos gubernamentales: menos rentabilidad, máxima seguridad.
En 2025, la diferencia está clara: las empresas están pagando más.