Aranceles y mercados: ¿Cómo afectan las tensiones entre EE.UU. y China a los inversores?

Vuelve la guerra comercial… y no es una amenaza vacía

Parece que el 2025 no nos va a dar tregua. Cuando ya pensábamos que lo de los aranceles entre Estados Unidos y China era cosa del pasado, vuelven a escena con más fuerza que nunca. Y esta vez, las consecuencias están salpicando a todo el mundo, incluidos los que no tienen ni idea de qué es un ETF.

La cosa va así: Estados Unidos ha subido los aranceles a ciertos productos chinos hasta el 54%, y como era de esperar, China ha respondido aplicando el mismo porcentaje sobre las importaciones estadounidenses. Nada nuevo en cuanto a estrategia, pero sí en cuanto a intensidad. Estamos hablando de niveles arancelarios que no se veían desde hace décadas, y eso, en un mundo tan interconectado como el actual, es un terremoto.

Y claro, cuando las dos economías más grandes del planeta se tiran los trastos, los mercados tiemblan. El Nikkei japonés ha perdido casi un 8% en solo unos días. En Estados Unidos, el Dow Jones ha bajado un 5,5% y el S&P 500 un 6%, cifras que asustan, sobre todo si llevas poco tiempo invirtiendo y no sabes muy bien por qué tu fondo ha empezado a caer sin avisar.

Los sectores que más están sufriendo con esta tensión

Aquí no hay que ser economista para entender que cuando subes impuestos a los productos que vienen de fuera, todo se encarece. Y si hablamos de comercio entre dos gigantes como EE.UU. y China, eso tiene un impacto global. Algunos sectores lo están notando ya de forma muy directa.

Por ejemplo, el tecnológico. Empresas como Apple o Microsoft están sufriendo por culpa de su dependencia de China para fabricar componentes. Si se encarecen o se retrasan esos productos, sus márgenes caen y sus beneficios también.

El otro gran perjudicado es el sector agrícola estadounidense. China ha dejado claro que va a meter presión a los productores de soja, maíz y otros alimentos clave que llegan desde Estados Unidos. Esto no solo complica las exportaciones, sino que también rompe la estabilidad de precios, afectando a miles de inversores ligados a este sector.

Y no olvidemos el sector automovilístico. Las piezas que se fabrican en China y que montan en Europa o EE.UU. ahora son más caras. El resultado: coches más caros, menos ventas, menos beneficios… y más incertidumbre para quienes tienen su dinero en acciones de este tipo de compañías.

Qué puedes hacer tú para proteger tu inversión

Vale, no eres BlackRock ni tienes una oficina con analistas 24 horas al día. Pero eso no significa que tengas que quedarte de brazos cruzados viendo cómo tu cartera se resiente. Hay cosas que puedes hacer, y que conviene tener claras ahora que los mercados están otra vez en modo alerta:

  • Diversifica. No pongas todos los huevos en la misma cesta. Si tienes acciones, mira algún fondo que incluya bonos o que esté centrado en otras zonas del mundo menos afectadas por la guerra comercial. 
  • Mantén algo de liquidez. Tener un pequeño colchón en efectivo te da margen para aprovechar oportunidades si los precios bajan demasiado. 
  • Infórmate sin volverte loco. No necesitas ver la CNBC cada mañana, pero sí estar al tanto de los movimientos clave. Si ves que EE.UU. o China anuncian nuevas medidas, lo más probable es que tu cartera lo note. 

Esta tensión no tiene pinta de resolverse mañana. De hecho, es muy probable que veamos nuevos episodios de escalada comercial, con consecuencias impredecibles. Pero no todo es negativo. En momentos de incertidumbre, también aparecen oportunidades. Lo importante es no actuar con miedo, sino con cabeza. El que invierte pensando a largo plazo, tiene más probabilidades de salir reforzado de todo esto.

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