En los últimos dos años, diversos productos de la cesta de la compra han experimentado aumentos significativos en sus precios, principalmente debido a la inflación. A continuación, se destacan algunos de los productos más afectados.
Qué productos han aumentado de precio últimamente
El aceite de oliva ha sido uno de los productos que más ha incrementado su precio, con un aumento del 73,5% en 2023 y un 35,2% en 2022. Este aumento se debe en parte a la mala cosecha causada por la sequía, lo que ha llevado a precios más elevados. La leche entera es otro producto que ha visto un aumento considerable es la leche entera, con un incremento del 37,3% en 2022 y del 11,6% en 2023.
La carne y el pescado también han experimentado subidas notables, con un 12,2% y un 10,2% respectivamente en 2022, y un 7,7% y un 6,6% en 2023. Específicamente, el pan ha tenido un aumento del 15,4% en 2022 y un 4,1% en 2023. Las frutas frescas y las verduras también han sufrido incrementos, con un 7,3% y un 12,3% respectivamente en 2022, y un 8,8% y un 4,3% en 2023. Algunos productos procesados como el azúcar, las patatas, el arroz, los zumos y las mermeladas han registrado aumentos significativos, con porcentajes de incremento mensual que oscilan entre el 20% y el 36,9%.
La gasolina ha subido un 21,3% en promedio cada mes, afectando indirectamente otros sectores como los viajes. Los productos de limpieza y de aseo personal también han visto incrementos, aunque en menor medida en comparación con los alimentos. Aunque no son alimentos, vale la pena mencionar que los costes de la electricidad y el gas han sido una gran preocupación, con incrementos significativos en los últimos años.
Además de los aumentos de precios en productos específicos, hay otros aspectos importantes a considerar cuando se analiza el impacto de la inflación en la cesta de la compra en los últimos dos años. La inflación puede variar considerablemente de un mes a otro, lo que afecta a diferentes productos en distintos grados. Esto significa que, aunque algunos productos puedan experimentar aumentos significativos en un momento dado, otros pueden tener incrementos más moderados o incluso disminuir sus precios temporalmente.
La inflación tiene un impacto desigual en diferentes grupos socioeconómicos. Las familias con ingresos más bajos suelen ser las más afectadas, ya que destinan una mayor proporción de sus ingresos a la compra de bienes básicos, cuyos precios han aumentado considerablemente. Ante el aumento de los precios, los consumidores pueden cambiar sus hábitos de compra, optando por productos más baratos o reduciendo el consumo de ciertos artículos. Esto puede incluir la sustitución de productos caros por alternativas más económicas o la reducción del consumo de productos no esenciales.
Otros aspectos a tener en cuenta
Algunos productos, especialmente los alimentos frescos y los productos energéticos, son muy volátiles en términos de precios. Estos productos suelen excluirse del cálculo de la inflación subyacente, que es una medida que intenta captar la tendencia inflacionaria a largo plazo excluyendo los elementos más volátiles.
La inflación puede ser impulsada por factores tanto globales como locales. Los eventos internacionales, como los conflictos geopolíticos o las crisis económicas, pueden influir en los precios de las materias primas y la energía a nivel mundial. Al mismo tiempo, factores locales como las políticas gubernamentales, las condiciones del mercado laboral y los fenómenos meteorológicos pueden tener un impacto directo en los precios a nivel nacional o regional.
Las respuestas de los gobiernos y los bancos centrales a la inflación pueden influir significativamente en su trayectoria. Las políticas monetarias, como la modificación de las tasas de interés, y las políticas fiscales, incluyendo los subsidios y los controles de precios, pueden tener un impacto directo en la inflación y en la capacidad de los consumidores para hacer frente a los aumentos de precios.
Las expectativas sobre la inflación futura pueden influir en las decisiones de consumidores y empresas. Si se espera que la inflación se mantenga alta, esto puede llevar a un aumento de los precios, ya que los productores intentan anticiparse a los costos crecientes y los consumidores pueden adelantar compras esperando futuros aumentos de precios.
