El S & P 500 acumula retrocesos de más del 8% desde sus máximos del 3 de enero. En este periodo, tan solo una de las once industrias que conforman el mercado de valores norteamericano es capaz de situarse en positivo.

La siguiente gráfica representa el rendimiento de cada una de las industrias del mercado americano desde el pasado 3 de enero así como el rendimiento del S&P 500 (barra azul).

De las 11 industrias, un total de 6 logran caer menos que el S&P 500 y 4 acumulan retrocesos superiores a los del S&P 500. Por su parte, la industria energética (industria que tiende a brillar en fases maduras del ciclo económico tal y como expliqué aquí) se anota una espectacular revalorización del 23,18% gracias al aumento de los precios de los combustibles.

De entre las industrias que menos están bajando, destacan las defensivas como las ligadas al consumo básico (distribuidoras de alimentación y bebidas entre otros) que apenas retroceden un 3% y las empresas de servicios públicos (distribuidores de agua, gas y electricidad) que se dejan un 3,52%. Más allá del repunte de las energéticas, resulta evidente que las cifras muestran que las industrias que “menos bajan” son aquellas que proporcionan servicios esenciales para la población.

Como industrias más perjudicadas se encuentras las empresas de consumo (-14,65%), muy lastradas por las perspectivas del desaceleramiento económico, las empresas de comunicaciones (-12,66%) y la tecnología (-11,17%).

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