Durante los últimos meses hemos ido siguiendo al detalle cómo, a pesar del rebote de las últimas semanas, en líneas generales los mercados de valores de las economías europeas muestran un pobre aspecto técnico.
En la jornada de hoy me gustaría centrar el foco en el mercado europeo más débil, el de Grecia, puesto que, como podemos ver en la siguiente imagen, se encuentra entre las bolsas más débiles del mundo dentro del ranking de esBolsa.com.
Entre los mercados con peor comportamiento del mundo encontramos ahora mismo al mercado griego. Esto no es casualidad. A continuación podéis ver el gráfico de la bolsa de Grecia con un claro sesgo bajista desde el pasado mes de febrero.
Desde un punto de vista estrictamente técnico, actualmente el índice bursátil de Grecia opera con una pendiente descendente de su promedio móvil de 30 semanas. Este es un elemento técnico que nos indica que ahora mismo el mercado de Grecia tiende a depreciarse.
Además de la tendencia, hay un segundo requisito que exigimos a los mercados en los que invertimos: la fuerza relativa. Siempre buscamos invertir en los mercados que además de subir, lo hagan a un ritmo superior que la media, y el mercado de Grecia no cumple tampoco este criterio que exigimos a la hora de establecer nuestros objetivos de inversión. La debilidad del mercado de Grecia (reflejada por el RSCMansfield en negativo) nos indica que, en un contexto de medio plazo, cuando el mercado global sube, el mercado de Grecia sube menos o incluso cae, y cuando el mercado global cae, el mercado de Grecia está entre los que más caen.
Hay otro aspecto técnico digno de mención: La influencia que suele tener el promedio móvil de 30 semanas sobre el precio.
Como sabéis, en nuestro método utilizamos el promedio móvil de 30 semanas para saber la tendencia de un activo analizado. Si el promedio móvil de 30 semanas es alcista, consideramos que el activo analizado tiende a apreciarse, mientras que si el promedio móvil de 30 semanas es bajista, consideramos que el activo analizado tiende a depreciarse (tal y como sucede ahora mismo con la bolsa de Grecia).
Además, el promedio móvil de 30 semanas también tiende a tener un efecto de control sobre los precios. Cuando la media tiene pendiente bajista, en muchas ocasiones esta tiende a actuar como resistencia dinámica sobre el precio, de igual forma que cuando la media es alcista en muchas ocasiones tiende a actuar como soporte dinámico.
La evolución de la cotización de la bolsa de Grecia durante los últimos años es un buen ejemplo de este efecto de la media sobre el precio. Durante 2018, cada vez que el precio impactó contra su promedio móvil de 30 semanas en tendencia bajista, el precio reanudó sus descensos. De igual forma, durante la trayectoria alcista del mercado griego en el ejercicio 2019, la MM30 actuó como soporte dinámico sobre el precio.
En este 2020 de nuevo tenemos al índice griego en tendencia bajista y desde hace semanas el mercado griego se enfrenta a la zona de control bajista que esta media ejerce sobre la cotización, mostrándose incapaz de superarla.
Obviamente esta es una situación que no nos beneficia, y es por ello que, mientras que la bolsa de Grecia no establezca un rumbo favorable para las inversiones y mejore su fortaleza, nuestro punto de mira se mantendrá alejado de este país, puesto que actualmente está generando muchos más disgustos que alegrías a sus accionistas.
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