Como ya sabéis este es año electoral en EEUU, un suceso que, como ya he comentado en alguna ocasión, históricamente tiene su influencia en el comportamiento de los mercados de valores.

A ningún partido en el poder le interesa llegar a las elecciones con un mercado de valores débil, ya que los estadounidenses dan muchísima importancia a su mercado de valores. Esto causa situaciones cuanto menos “curiosas” como las que veremos hoy.

Recordemos que el ciclo Presidencial se refiere al comportamiento promedio del mercado de valores dentro de un mandato presidencial de 4 años.

Tomando datos desde el año 1900, el mejor trimestre para las bolsas de valores dentro del Ciclo Presidencial ha sido precisamente el trimestre anterior a las fechas de las elecciones, es decir, en el ciclo presidencial actual corresponde con el trimestre que acabamos de estrenar el pasado 1 de julio.

Durante los 30 ciclos presidenciales existentes desde el año 1900, el trimestre anterior a las elecciones es el único capaz de alcanzar un rendimiento promedio del 5%.

Obviamente todos los años no son iguales, pero llama cuanto menos la atención la tendencia del mercado a que el mejor trimestre para el mercado sea “casualmente” el previo a las fechas de las elecciones.

Como siempre os digo, los patrones estacionales son útiles para ofrecer una visión orientadora (que no operativa) de los mercados. La estacionalidad nos permite conocer cómo ha reaccionado el mercado ante situaciones similares, pero a la hora de operar lo importante siempre serán los aspectos técnicos que muestren tanto los mercados, como los sectores y los valores.

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