Los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense siguen bajando. El gráfico que podéis ver a continuación muestra el rendimiento de los bonos del gobierno estadounidense a 10 años cerca de los mínimos de febrero.
Los niveles históricamente bajos en los que se encuentran los rendimientos de los bonos soberanos en Europa y Japón arrastran a la deuda americana a zonas de mínimos.
Como ya hemos visto en anteriores ocasiones la caída de los rendimientos de los bonos está beneficiando especialmente a los sectores cuyas compañías distribuyen dividendos más elevados, telecomunicaciones, servicios públicos, tabacaleras y REIT son algunos de estos sectores.
En el otro lado de la balanza, viéndose seriamente perjudicadas por los bajos rendimientos de los bonos encontramos a los sectores financieros como banca y aseguradoras de vida que están entre los sectores más débiles del mercado estadounidense.
El siguiente gráfico muestra el impacto que el rendimiento del bono americano a 10 años (área verde) tiene sobre el comportamiento relativo de las acciones bancarias en los últimos años.
La línea negra es la “relación” del sector bancario dividido por el del S & P 500. Si la línea negra sube significa que la banca tiende a hacerlo mejor que el promedio del mercado, mientras que si la línea negra cae, significa que la banca tiene un rendimiento inferior al del mercado. El área verde representa el rendimiento de los bonos estadounidense a 10 años.
Observad que las dos líneas tienden a subir y bajar juntas. La caída de los rendimientos de los bonos durante 2011 pasó factura al sector bancario. Los bancos comenzaron a hacerlo mejor después de que los rendimientos de los bonos repuntasen durante el año 2012 (aumento en la relación). Esto duró hasta 2014 cuando una nueva bajada en el rendimiento de los bonos afectó a las cotizaciones bancarias.
Después de la debilidad de 2014, el comportamiento de los bancos mejoró en la primera mitad de 2015 junto con los rendimientos de los bonos. No obstante, la reducción en los rendimientos de los bonos que estamos viendo desde el verano de 2015 está de nuevo lastrando el comportamiento del sector bancario.
Esto sucede porque a los bancos históricamente les va mejor cuando los rendimientos de los bonos tienen una pendiente ascendente. La subida de los rendimientos hace que los bancos puedan cobrar más por sus préstamos, dando un mayor margen de beneficio. La caída de los rendimientos de los bonos tiene el efecto contrario y reduce sus márgenes de beneficio. De ahí esta correlación tan estrecha entre los rendimientos de los bonos y el sector bancario.
En resumen, el sector bancario ahora mismo no es un buen compañero de inversiones y así se mantendrá mientras su aspecto técnico siga siendo débil y bajista.
No importa las veces que escuchemos en los medios que la banca está “infravalorada”. Lo que manda siempre es la evolución de la cotización y lo cierto es que la banca ahora mismo está haciendo perder dinero a sus inversores y por lo tanto no es un sector que beneficie nuestros intereses.
Gráficos: esBolsa.com
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