Habitualmente no tratamos estos temas en el blog, pero hoy considero que sí que puede resultar interesante ya que permite explicar con un ejemplo “de ir por casa” un aspecto del que venimos hablando desde hace semanas.
Hablo de la dependencia que tiene el sector financiero en general y el sector bancario en particular de la evolución de los rendimientos de la renta fija. Tal y como explicamos en su día, la caída de los rendimientos de la renta fija perjudica gravemente a la banca, de hecho, ahora mismo el bancario es uno de los sectores más débiles y que más disgustos está repartiendo entre sus accionistas.
En la jornada de hoy, según informa la Federación Bancaria Europea hemos visto que por primera vez en su historia el Euribor a un año se ha situado en terreno negativo.
Recordemos que el Euribor es el tipo de interés al que se prestan el dinero los bancos entre sí. Un Euribor negativo significa que las entidades financieras que prestan dinero a otras deben pagar intereses (en lugar de cobrarlos) por prestar ese dinero (simplificando esto supone que les devuelven menos dinero del que prestaron).
Esto es algo que ya estábamos viendo en algunas deudas soberanas del mundo como Suiza y Alemania y que ahora se traslada a esta referencia de préstamos interbancarios.
El ciudadano de a pie conoce el Euribor (en concreto la referencia a un año) por ser la referencia para sus hipotecas. Habitualmente cuando pedimos una hipoteca a un banco, devolveremos el importe de esa hipoteca más un diferencial (que negociemos con la entidad) además del valor del Euribor en cada momento.
Pongamos un ejemplo:
Si el diferencial que tenemos negociado con el banco es del 1% y el Euribor está al 0,2% anualmente pagaremos al banco anualmente unos intereses del 1,2%.
Un Euribor en negativo supone que dicho diferencial se reduce por debajo del nivel pactado.
Otro ejemplo:
El diferencial que tenemos negociado con el banco es del 1% y el Euribor está al -0,2%. Anualmente pagaremos al banco unos intereses del 0,8%.
Esta es una situación inusual (y yo creo que muchos bancos no la tenían ni prevista) que provoca que la banca va a recibir menos dinero por dichos préstamos ya que el Euribor en lugar de sumar intereses ha pasado a restarlos.
Podría darse el caso (si el Euribor negativo superase al diferencial) que el dinero a devolver por parte de los hipotecados sea incluso inferior al que les fue prestado.
El diferencial más pequeño del que tengo constancia fue ofertado por Deutsche Bank (del que precisamente hablamos ayer por su mal aspecto) en 2008 cuando con su “hipoteca rompedora Deutsche Bank” ofrecía un 0,17% de diferencial a sus clientes. Al lado de estas líneas podéis ver una foto de sus oficinas en 2009 con un “papel” anunciando dicha oferta.
Esto supone (salvo clausulas legales que digan lo contrario) que si el Euribor a un año llegase a ser del -0,17% o inferior, en teoría los hipotecados pasarían a devolver menos dinero del que les fue prestado (ya que deberían cobrar intereses en lugar de pagarlos).
Me consta que en muchos contratos hipotecarios se estipula que en el hipotético caso en el que la suma del diferencial al Euribor, arrojara un resultado negativo, simplemente el préstamo pasaría a ser un préstamo sin interés.
Sea como sea, lo que está claro es que esta situación afecta a los beneficios de los bancos (que no reciben un dinero con el que a priori contaban) y esto se traslada a sus cotizaciones.
Reitero lo dicho hace unos días, mientras la banca siga mostrando tan mal aspecto en los mercados lo mejor va a ser mantenerse alejados de ella.
Recuerda que toda mi metodología de inversión viene explicada en detalle en mi libro “El código de Wall Street”.