Mientras la gran atención mediática se centra en las caídas del mercado chino, el mercado japonés sin hacer apenas ruido sigue funcionando francamente bien.
A finales del pasado año 2014 ya hablamos por aquí que el mercado japonés se convertía en un mercado interesante para buscar oportunidades de inversión dado su aspecto fuerte y alcista.
Varios meses después, y tras revalorizarse más de un 20% nada ha cambiado, el mercado nipón sigue siendo un mercado que además de subir, sube a un ritmo superior que la media y por lo tanto se mantiene como uno de los mercados más atractivos a la hora de buscar oportunidades de inversión a nivel internacional.
Al lado de estas líneas podéis ver el gráfico del Nikkei en zonas de máximos multianuales, lo que denota la fuerza de su tendencia alcista.
Tal y como explico en mi libro “El código de Wall Street” solo invertimos en los mercados que además de subir, lo hacen a un ritmo superior a la media puesto que esos mercados líderes son los que más benefician nuestras inversiones, y esto es algo que el índice de Japón ha conseguido tras consolidarse como un índice fuerte (RSCMansfield positivo) y alcista (media móvil de 30 semanas con pendiente ascendente).
Teniendo en cuenta todo esto, no cabe duda que estamos ante un mercado en el que merece la pena buscar oportunidades de inversión puesto que los valores japoneses tienden a premiar a sus inversores con alzas superiores a las de la media del mercado.
No olvidéis que la inversión en valores de Japón lleva a exponerse al Yen (las acciones de allí están denominadas en Yenes obviamente) por lo que también es importante tener presente el factor que os voy a comentar a continuación.
A todos los mercados generalmente les va mejor cuando sus monedas mantienen sesgos alcistas (y peor cuando sus divisas son bajistas) ya que mantienen una relación directa, no obstante, hay una excepción muy importante a esta regla: Japón. A diferencia de otros mercados, las acciones japonesas suelen ascender cuando el Yen se debilita.
La principal razón de esto es la mayor dependencia de Japón a las exportaciones. Un Yen fuerte plantea graves problemas para las exportaciones japonesas, haciéndolas más caras para los compradores extranjeros. Sin embargo, un Yen más débil impulsa a las exportaciones japonesas y también a su mercado de valores altamente dependiente de esas exportaciones.
El gráfico que podéis ver al lado de estas líneas nos muestra una “correlación negativa” entre el Nikkei 225 (línea azul) y el Yen japonés (línea roja) durante los últimos años.
Sobre el gráfico se aprecia que el gran rally del Nikkei en 2013 se debió en gran medida a la debilidad de la divisa nipona. Durante 2014 un Yen totalmente estable derivó en un episodio de lateralidad para el mercado de valores de Japón.
Esto cambió en el segundo semestre de 2014 cuando el Yen volvió a debilitarse. La creciente debilidad de la divisa nipona ha potenciado las alzas en las bolsas de valores de Japón.
Esta es la razón por la que si bien el mercado japonés es interesante para invertir puesto que se mantiene fuerte y alcista, es importante cubrirse del efecto cambio con respecto al Yen, puesto que si no sufrimos el riesgo de que el efecto cambio juegue en nuestra contra y lastre las plusvalías.
El capítulo 13 de mi libro está dedicado íntegramente a enseñaros cómo cubrir de forma sencilla la divisa a la hora de invertir en áreas geográficas diferentes a nuestra divisa base (en nuestro caso el euro). De esta forma, podemos invertir en todo el mundo sin preocuparnos del efecto cambio.
Recuerda que voy a lanzar un Fondo de Inversión cuya política de inversión será invertir en los mercados, sectores y valores con mejor comportamiento del mundo.
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