A partir del próximo 18 de marzo, tras el cierre de la sesión americana la compañía tecnológica Apple se unirá al selecto club del Dow Jones de Industriales, por lo que al día siguiente comenzará a influir en la evolución del indicador bursátil de Nueva York, creado hace 119 años.
El anuncio fue hecho por la empresa Dow Jones Indices, después de que el comité que se reúne por lo menos una vez al año revisase las firmas que tienen razones suficientes para ingresar en el índice y escogiese a la empresa de la manzana.
Francamente ya era hora. Apple es la mayor empresa por capitalización bursátil en el mundo y uno de los valores más influyentes en el panorama bursátil mundial.
Es por ello que he decidido hacer un estudio que nos muestre el comportamiento que han tenido los valores que se han unido al índice desde el año 1999 hasta la actualidad, tanto un mes después de su incorporación como un año después de que cada compañía se uniese al índice.
Además, y como complemento he añadido el rendimiento que el Dow Jones tuvo durante esas mismas fechas, para saber si el valor recién estrenado en el índice lo hizo mejor o peor que el propio índice.
La tabla refleja varios aspectos interesantes (pulsar para ver en tamaño completo).
Tras ser incorporados al índice, de promedio los valores acumulan caídas del -2,45% en el mes siguiente. Si miramos más detenidamente, y teniendo en cuenta que el índice también suele promediar caídas durante el mes siguiente a la entrada de nuevos valores, se observa como solo 7 de los 15 componentes han logrado hacerlo mejor que el propio índice (el 46,66%) en el mes siguiente a su incorporación.
Si alejamos un poco más el punto de mira, observando el comportamiento de cada valor en el año siguiente a estrenarse en el Dow Jones, la situación es algo mejor, pero no mucho. Tras entrar en el índice, 8 de los 15 valores lograron cerrar con alzas el año siguiente a su “estreno”, pero hay que tener presente, que en ese mismo espacio de tiempo, el Dow Jones lo hizo mucho mejor (o menos mal, según se quiera interpretar). En concreto, el rendimiento medio del Dow Jones, el año siguiente a cada estreno ha sido del -0,12%, mientras que el promedio de los valores se ha situado en el -5,07%.
Si alguien mirase únicamente la evolución de los valores en el año siguiente, podría tener una impresión poco realista, ya que si lo comparamos con la evolución del índice, se observa como de media, los valores noveles en el índice lo suelen hacer peor que el propio índice. Esto se refleja en la columna “Diferencia” de la tabla, que es el resultado de comparar el rendimiento arrojado por cada valor con respecto al índice en el mismo espacio de tiempo.
De nada sirve que compañías como VISA o Nike subieran más de un 7% tras su entrada en el Dow Jones, ya que en el mismo espacio de tiempo, el índice subió más del 11%.
A la vista de los resultados, la conclusión que podemos sacar es que si bien hay alguna que otra excepción que lo hace mejor que su índice en cada marco temporal, en líneas generales, el rendimiento de las compañías recién estrenadas en el índice, han ofrecido peores rendimientos que el propio índice.