La semana pasada comentábamos la debilidad mostrada en líneas generales por los mercados emergentes, y que el mal comportamiento de las materias primas pasaba factura a estos mercados cuyas economías están íntimamente ligadas a los productos básicos.
El gráfico que veremos para empezar la jornada de hoy nos muestra una correlación positiva entre los mercados emergentes (representados por el ETF EEM con una línea roja) y un ETF de divisas de países emergentes, concretamente el Emerging Currency Fund WisdomTree (línea verde).
No debemos de olvidar que, por lo general, la evolución de los países va muy ligada a la fortaleza o la debilidad de su divisa de forma directa. Aunque existen algunas excepciones como Japón, lo normal es que si la divisa de un país es fuerte, su mercado se comporte bien, y viceversa, si la divisa es débil, su mercado tiende a debilitarse.
Tal y como podéis ver al lado de estas líneas, los mercados emergentes también mantienen una relación directa con el comportamiento de sus divisas.
El gráfico deja clara la relación entre ambos productos. Ahora mismo la pendiente descendiente de la curva de precios demuestra ese mal comportamiento.
Algunas de las monedas más afectadas son las de Brasil, Turquía y Rusia, que por cierto son algunos de los mercados de valores más débiles en nuestro ranking. Esto no es casualidad. La caída de las monedas reduce el atractivo de las acciones de mercados emergentes para los inversores extranjeros, y eso termina pasando factura a sus bolsas de valores.