Con los cierres semanales ya completados en las bolsas asiáticas es momento de repasar uno de los aspectos más importantes que venimos repasando en los últimos meses en la bolsa de Japón.
El Nikkei tiene delante su particular “muralla China”, en forma de resistencia formada por una directriz bajista con más de 20 años de edad. Esta resistencia tiene sus orígenes en el estallido de la burbuja de la década de los 90, y su situación en la actualidad es la siguiente.
El índice de Japón está retrocediendo de nuevo desde dicha resistencia, como era de esperar, la superación al alza de dicha resistencia no va a ser una tarea fácil, ya que las fuerzas que convergen en ese punto son muy importantes.
Mientras la tendencia global se mantenga alcista, lo más probable es que en algún momento el Nikkei pudiera romper dicha directriz, lo que sería un síntoma evidente de que la situación empieza a cambiar desde el punto de vista cíclico en la bolsa de valores de Japón. De momento habrá que esperar para dicha rotura, ya que de nuevo el índice retrocede desde ese punto.
Mientras tanto, siempre y cuando este índice se mantenga fuerte y alcista (como hasta ahora) para mí, a pesar de los retrocesos, será un buen destino para las inversiones, y muy atentos porque si con el tiempo logra superar esa resistencia podríamos asistir a un cambio de ciclo en la bolsa de Japón.