El 7 de noviembre de 2013 empezó a cotizar Twitter en la bolsa de Nueva York, en su primer día de cotización el valor cerró en los 44,90$. En aquellas fechas las compañías tecnológicas estaban en de moda, Facebook había subido más de un 150% en el último año y el viento soplaba de cara para el sector.

Tras unos primeros días de dudas, la cotización de Twitter se elevó hasta los 74,73$ en la jornada siguiente a las navidades de 2013, un 60% por encima de su primer cierre del estreno en la bolsa de Nueva York. Desde entonces la red social nunca ha vuelto a cotizar en esos niveles.

El siguiente gráfico representa el comportamiento de Twitter en los mercados desde su estreno hasta hoy.

Con unas pérdidas del 66,64%, los accionistas que mantengan en su cartera acciones de la compañía desde su estreno acumulan un agujero patrimonial que requerirá unas alzas del 200% para recuperarse de las pérdidas (interés asimétrico). En el mejor de los casos tardarán muchos años en recuperar su inversión, y no deben descartar que nunca lo hagan.

Técnicamente hablando el gráfico del valor muestra que es marcadamente débil y bajista. Ya sabéis lo que opino de valores cuyo aspecto técnico apunta directamente hacia la depreciación. Cuanto más lejos, mejor.

Si invertimos en activos mediocres, nuestros resultados tenderán a ser mediocres y sin lugar a dudas Twitter es uno de los que presenta peor aspecto ahora mismo dentro de los valores más seguidos en las bolsas de Nueva York.

Nota: A la hora de escribir este artículo el valor cotiza con descensos del 8% en preapertura, por lo que la sangría incesante de sus inversores que cometen el grave error de mantener un valor que tiende hacia la depreciación se sigue agudizando.

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