Esta semana (9 de marzo) se ha cumplido el séptimo aniversario desde que empezase el actual ciclo alcista bursátil cuando el S & P 500 estableció sus mínimos tras la crisis financiera en los 676,53 puntos. En estos 7 años el índice estadounidense se ha revalorizado un 193% (aunque llegó a alcanzar el 215% en máximos de mayo de 2015), uno de sus mayores ciclos alcistas de la historia.

Este ciclo alcista podríamos decir que también es uno de los más “odiados” de la historia. Muchos analistas vienen gritando casi desde el primer día que las alzas eran una farsa, que pronto el mercado se iba a desplomar argumentando mil y una teorías apocalípticas (que se acrecientan ante cualquier descanso de mercado). Tal vez sea porque “el miedo vende“, pero el tiempo como siempre ha puesto a cada uno en su lugar.

Para hacer un repaso más detallado a lo que han dado de si estos 7 años de ciclo alcista vamos a ver qué industrias han impulsado las ganancias de la bolsa norteamericana desde mínimos.

La siguiente imagen muestra el rendimiento de cada una de las diez industrias que componen el S & P 500 en los últimos siete años (recordemos que cada industria se compone de varios sectores).

Durante estos 7 años, el S & P 500 (sin contar dividendos) se ha apreciado un 192,6%. En este camino cada industria ha rendido de forma diferente. Las empresas ligadas al consumo son las que mejor lo han hecho con alzas del 377,5%, casi el doble del rendimiento del mercado.

Además del consumo, otras industrias han brillado en estos 7 años, como las empresas financieras (251,4%), industria (247,4%), tecnología (245,3%), y la industria sanitaria (205,5%).

En el polo opuesto como peor industria de los últimos siete años encontramos a las energéticas, que apenas han sumado un 43,1%. Esto es menos de la mitad de la ganancia de la segunda peor industria que es la de telecomunicaciones y que ha sumado un 90,3% en los últimos 7 años.

Curiosamente algunas de las industrias con peor rendimiento a 7 años son las que más están destacando en las últimas semanas, como las telecomunicaciones o las utilities. Todavía deben recorrer un largo camino si quieren recuperar el tiempo perdido.

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