La semana pasada ya observamos como, tanto desde un punto de vista técnico como estacional, los retrocesos que estamos viendo en este mes de mayo no son un suceso extraordinario ni aislado, ya que suele ser habitual que el mercado se tome un descanso por estas fechas.

Este descanso en los mercados han llevado durante esta semana al índice rector a un nivel que desde un punto de vista estrictamente técnico es imposible dejar pasar por alto, ya que las inmediaciones de los 2800 puntos no son un nivel cualquiera.

Como podemos ver en el gráfico superior, los retrocesos de las últimas jornadas han llevado al S&P 500 a una zona de apoyo situada en el entorno de los 2800 puntos. Esta zona fue un punto relevante de resistencia en varias ocasiones durante el ejercicio 2018 (ver flechas en gráfico superior) y que de nuevo supuso un punto de control para el índice a principios de marzo de este 2019. Tras superarse dicho nivel a finales de marzo, esa resistencia pasó a convertirse en un soporte que actualmente está testeando el índice y que coincide con el área de influencia de la media móvil de 30 semanas, que no debemos olvidar, cuando se encuentra en tendencia alcista supone un punto de soporte dinámico sobre el precio.

La hoja de ruta a seguir en estos casos es clara. No debemos jugar a ser “adivinos” y tratar de adelantarnos a los movimientos. Simplemente tenemos que observar la situación del índice y obrar en consecuencia, esto es, mientras el mercado americano se mantenga alcista y entre los mercados más destacados del mundo, será un mercado apto para buscar oportunidades de inversión en los sectores con mejor comportamiento. Si por algún casual, terminase por perder soportes y girase su MM30 a la baja, dejaría de ser un mercado apto para buscar oportunidades de inversión.

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